profesor José Orozco Martínez

Impulsará metodologías de aprendizaje activo

Con simuladores buscan mejorar la calidad de la educación global en matemáticas y ciencias

Impulsará metodologías de aprendizaje activo
Con simuladores buscan mejorar la calidad de la educación global en matemáticas y ciencias

El profesor José Orozco Martínez, del plantel Naucalpan del CCH, es uno de los cuatro docentes mexicanos que fueron elegidos para convertirse en un PhET Fellows, es decir, “educadores de secundaria o nivel superior comprometidos con el avance del aprendizaje de matemáticas y ciencias de los estudiantes, que impulsan la mejora del aprendizaje de los profesores, la adopción de pedagogías de ciencia y matemáticas, y la participación en el crecimiento del liderazgo profesional”.

Su deseo de perfeccionar la enseñanza de la física en sus clases lo llevó a incorporar, desde hace más de una década, el uso de simuladores, recursos con los que ha potenciado los aprendizajes de sus estudiantes, una experiencia que hoy lo ha llevado a formar parte del selecto grupo de 17 docentes de América Latina que, junto con 15 más del continente africano, participarán en el programa PhET Global, de la Universidad de Colorado Boulder.

PhET (Physics Education Technology) Global es una iniciativa que busca mejorar la calidad de la educación global en matemáticas y ciencias aumentando el acceso y el impacto de las simulaciones PhET en todo el mundo, su fundador es el Premio Nobel de Física, Carl Wieman, quien en 2020 recibió el Premio Yidan, y con éste lleva educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) a Latinoamérica y África.

El año pasado emitieron la convocatoria, concursaron alrededor de 200 profesores de estas regiones, al final fueron seleccionados 17 de Latinoamérica, entre ellos cuatro de México, y 15 de África. Los PhET Fellows recibirán capacitación, que comprende horas de aprendizaje profesional y práctica de liderazgo profesional independiente. 

De acuerdo con lo anterior, el profesor culminará su formación en octubre, momento en que presentará el proyecto con el cual trabajará un año con los académicos del Colegio. Su objetivo, expuso, es difundir metodologías para el uso de simuladores basadas en investigación educativa, que existen para física, química y matemáticas; generar redes para promover el uso de las nuevas tendencias en el aprendizaje de las ciencias, impactar en la enseñanza STEM y beneficiar al CCH”.

Participan en el proyecto global docentes de Uruguay, República Dominicana, Colombia, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Argentina; mientras que del continente africano son de Nigeria, Sudáfrica, Ruanda, Kenia y Ghana, entre otros, y “es interesante ver diferentes tipos de comunidades de pensamientos, pero todo converge en que queremos mejorar la educación, eso es lo maravilloso (…) Gracias al Modelo del CCH podemos tomar lo que está en investigación educativa en otros espacios y llevarlo a la escuela”, señaló Orozco.

Se trata, abundó, de apoyar más al Colegio y compartir lo que ha hecho desde hace muchos años en investigación educativa, con el apoyo de la Universidad de Colorado hacer redes de profesores para que ellos lleven esos conocimientos a sus escuelas.

“Hay personas que nos les gustan los simuladores porque piensan que son un sustituto del experimento real, pero es al contrario, yo lo veo como un puente cognitivo que va de la parte teórica a la parte experimental”, señaló el docente, quien imparte las asignaturas de Física I a la IV.

Explicó que los simuladores representan un fenómeno físico y el alumno puede modificar los parámetros y ver qué pasa, “esto no se puede hacer en el mundo real, podemos modificar algunos parámetros pero no idealizarlos tanto, aquí nos permite conectarlo con lo que vemos en la escuela. Es un buen puente conceptual”, consideró.

Con la pandemia se dio un cambio de visión del profesor, ahora ya no se visualizan las clases sin la computadora. Es el parteaguas. Las metodologías nuevas están centradas en el alumno, como el Modelo Educativo del Colegio, y las simulaciones son el pretexto para que el chico se quede con el conocimiento y el profesor sea el guía. “Hay que aprovechar esta cúspide para impulsarlo y que nuestros alumnos se beneficien y, al hacerlo, también beneficiamos al país”, dijo.

“Por una parte me da un poco de nervios y por la otra me siento gustoso de compartir lo que tanto tiempo he trabajado, de manera que permee a más profesores y que no les pase dar una clase tradicional en un modelo educativo que no debe ser así. Muchas gracias al doctor Benjamín Barajas Sánchez, y a la maestra Atzimba Morales, por su apoyo, y a la Universidad de Colorado”, señaló.

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