El Programa Universitario de Bioética de la UNAM y el Departamento de Comunicación del plantel Vallejo presentaron la plática “Violencia Digital”, a cargo de la doctora Tania González Juárez, quien explicó a la comunidad estudiantil qué es la violencia digital y el impacto de las nuevas tecnologías en el metaverso (Chat GPT e Inteligencia Artificial); además, compartió algunas medidas de seguridad y explicó cómo realizar prácticas responsables y seguras en entornos virtuales.
Ante los estudiantes, la maestra rechazó la idea de que la violencia digital en centros escolares sea una problemática actual, pues “el acoso digital hacia las mujeres ya lleva varios años; el compartir fotografías, videos, audios íntimos de sus parejas, compañeros o alguna otra persona que tuvo acceso a ellos y los filtró a la red, ha ocurrido desde hace tiempo”.
Comentó que la violencia digital comprende las formas de acoso, maltrato, chantaje, sometimiento que tienen lugar en el espacio virtual, mediante el uso de aparatos técnicos de producción, transmisión y almacenamiento de datos que causen daño a una persona.
La doctora dijo que se ha registrado un incremento en este delito a nivel nacional, ya que un millón 961 mil adolescentes y jóvenes entre 12 y 19 años denunciaron ser víctimas de violencia digital en 2016, pero en 2019 la cifra ascendió a 2 millones 731 mil 312 casos.
Asimismo, reveló que el sexting es una de las prácticas por las que se presentan más denuncias de violencia digital: “no debería ser perjudicial enviar nudes o packs, ya que forman parte de actos de libertad y derechos sexuales, siempre y cuando exista el consentimiento y no haya manipulación”, dijo González Juárez.
Expuso que el ciberacoso o doxing es una modalidad en la que se roba, filtra y se expone información privada y confidencial de una persona sin su consentimiento: “Desafortunadamente, cada vez más entre los jóvenes se crean perfiles falsos o se comparte información personal en las plataformas, por lo es importante tener cuidado con la información que se postea en internet”.
Mientras, el stalking consiste en realizar actos de vigilancia o de control para saber si una persona está en línea, cuál es su ubicación y conocer de manera constante sus estados en redes sociales.
También está el ciberbullying, que consiste en realizar dinámicas de abuso e intimidación, difundir rumores o hacer memes sobre alguien. “Ante esta situación, la escuela puede tener conocimiento del caso y tomar acciones al respecto sobre sus derechos universitarios”, dijo.
Por último aparece el zoombombing, una modalidad de ataque cibernético en la que usuarios no invitados interrumpen en la videoconferencia con contenido de odio, sexual o altisonante. Ante estas situaciones, la especialista llamó a los jóvenes a no compartir contraseñas, datos personales o bancarios.
