Un evento como el Primer Concurso de Teatro Estudiantil Inter-CCH, en el que el estudiantado se une para crear Teatro Virtual desde sus hogares, sorteando pandemias de salud y políticas no sería posible sin la complicidad de docentes comprometidos que reconocen el valor formativo de esta actividad y la promueven entre l@s jóvenes.
Maralejandra Hernández
Plantel Azcapotzalco
Desde mi óptica, el ejercicio más holístico para entender en su totalidad el espectáculo teatral, con todos sus elementos, es vivir en carne propia la lectura en conjunto y el montaje de una obra teatral. Con la crisis sanitaria, la iniciativa de hacer un concurso inter-planteles en formato virtual me pareció un ejercicio pensado para la circunstancia que vivimos. Asimismo, fue enriquecedor el trabajo de selección de obras que tomaran en cuenta la presentación en vivo a través de una aplicación de videoconferencia como Zoom, porque nos obligó a repensar las convenciones del teatro que queríamos respetar y a innovar en la forma en la que esta manifestación artística se produce y consume para los espectadores. Los ensayos, montaje, musicalización y difusión nos han dejado un buen sabor de boca, y, como siempre, la experiencia me demuestra los alcances en originalidad que nuestros estudiantes son capaces de lograr cuando se les da un proyecto de interés con materiales de muy reciente creación y con alto nivel de experimentación.
Mónica Granados
Plantel Azcapotzalco
¿Por qué enseñar teatro en CCH? Porque es muy importante acercar a los jóvenes el arte y darles medios para canalizar toda su energía e ideas durante su estancia en el Colegio y qué mejor que hacerlo en un taller de teatro.
Cuando comenzó esta travesía de Taller de Teatro Methamorphos, nunca me imaginé que empezaríamos a crear una segunda familia, ya que dentro del taller los jóvenes se comenzaban a sentir cómodos y seguros para expresarse y mostrar sus diversas facetas. Más que un grupo de teatro, nos hemos convertido en una familia enorme y claro que nos duele la partida de diversos miembros del equipo cuando dejan el CCH, pero en el taller les damos las herramientas necesarias para explorar y ayudarles a decidir qué camino deben de tomar para su vida profesional.
El taller está y estará abierto siempre para aquell@s que deseen hacer, explorar y vivir el teatro de manera amateur en el plantel Azcapotzalco.
Adriana Cisneros
Plantel Naucalpan
El motivo por el cual me interesa apoyar a los jóvenes en este tipo de actividades es para acercarlos a las disciplinas artísticas como el canto, la música, la danza, el teatro, etc., ya que son disciplinas que fortalecen las relaciones humanas e influyen en los cambios que necesita nuestra sociedad; y con esto también darles una mayor difusión a las artes, ya que se ha perdido el interés en ellas.
Me gusta darles herramientas a los jóvenes para que desarrollen confianza en sí mismos, empatía, desenvolvimiento y disciplina.
Como profesora me deja la motivación de seguir difundiendo esto tan hermoso que es el teatro a las nuevas generaciones, la satisfacción de ver a mis chicos disfrutando de esa sensación de sentir la adrenalina cuando nos subimos al escenario, y ver cómo mejoraron, no sólo en sus clases de teatro, sino también como personas.
Octavio Barreda
Plantel Naucalpan
El teatro y sus rituales han sido puestos a prueba. Los tiempos vividos nos orillaron a pensar que todo terminaría, sin embargo, supimos rehacernos, ave fénix de la escena. Nunca esta disciplina podrá desaparecer, su esencia es la de la vida misma: seguir, luchar, nunca caer. Y por ello estamos aquí, haciendo teatro, alumnos y profesores, juntos y en sentido ¿qué importa no ser profesionales? Somos amateurs, pero respetamos las tablas, el escenario, la emoción de la ficción, ser otros por unos instantes, anagnórisis. Por eso hago teatro e invito a mis alumnos a esta aventura. Para que crezcan, se encuentren, compartan, conozcan esta maravillosa disciplina que sólo nos puede dejar cosas positivas. Y de eso no me queda duda, los jóvenes se hacen otros al probar las mieles dionisíacas. Así que mucha mierda. Tercera llamada, comenzamos.
Olivia Barrera
Plantel Naucalpan
Hace 20 años que trabajo en el Colegio y siempre he hecho teatro con mis alumnes. Cada puesta deja aprendizajes que les acompañan por el resto de su vida. Practican habilidades formativas como la comprensión lectora y el análisis e interpretación textos. También, reciben una formación artística, creando personajes y diseñando sus puestas. Por otro lado, obtienen aprendizajes interpersonales al trabajar en equipo, escucharse, proponer y divertirse. Además, reconocen sus características individuales, entrando en contacto con su energía, su cuerpo y su voz. Al final de cada proyecto sé que obtienen más seguridad y que se vuelven más empáticos. Mi teatro se propone transformar para bien a nuestra sociedad. Mi práctica en nuestros planteles me permite lograrlo plenamente. Yo hago teatro en el CCH porque sé que sólo así soy la mejor versión de profesora que puedo ser.
Mauricio Garmona
Plantel Oriente
El teatro estudiantil universitario va más allá de un pasatiempo. Es más bien la necesidad orgánica de las y los jóvenes del CCH por hacerse escuchar y visibilizar sus temáticas ante un mundo que siempre tiende a excluirles, debido a su inexperiencia de vida. Dar espacio a su participación representa recibir esos estímulos y pulsaciones que nacen de su proceso de vida individual, y de sus ganas de realizarse en la búsqueda de identidad dentro de la pluriculturalidad con la que están comenzando a dialogar y a convivir en lo cotidiano. Por ello, acompañar amorosamente los procesos creativos de mis estudiantes de teatro, implica ser su mentor en el camino de heroización de estas guerreras y guerreros que constantemente viven construyéndose por medio del hecho escénico.
Juan Alberto Alejos
Plantel Vallejo
Desde que empecé a colaborar en las asesorías teatrales para el Concurso de Teatro Estudiantil de Naucalpan hasta ahora, en un concurso donde participan todos los planteles, he observado que este evento, tanto para profesores como alumnos, es ocasión de fiesta, de descubrimiento personal, iniciativa artística y voluntad. Se aprenden los componentes de un texto dramático, pero no desde la teoría sino desde su llana expresión práctica, en un escenario con actores, iluminadores y muchos otros integrantes que refuerzan uno de los aspectos necesarios para el teatro: la unidad. Esto, en sus integrantes, genera una experiencia imborrable. Pocos sucesos son equivalentes al de presentarse ante un público y recrear la vida para él. Sentir que se transfiere esta representación de la vida es uno de los máximos placeres con que cuenta un novel artista. La virtualidad no ha sido impedimento para que la expresividad encuentre su camino. Para mí, en suma, de eso se trata este concurso: de la posibilidad y de abrir caminos.
