Con el objetivo de tener el conocimiento para atender un conato de incendio en casa o espacios de trabajo, y saber cómo manejar un extintor portátil, la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria (DGAPSU), a través de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, impartió el curso “Uso y manejo de extintores portátiles” a personal de la Dirección General del CCH.
El curso, de tres horas, estuvo dividido en dos partes: teórica y práctica, donde los asistentes aprendieron sobre los tipos de incendios y los métodos de extinción de fuego, y pusieron en práctica sus conocimientos y apagaron llamas controladas con el apoyo del Cuerpo de Bomberos de la UNAM.
En la parte teórica, el oficial Alfonso Martínez abordó los aspectos generales en cuanto a siniestros provocados por el fuego; para ello, presentó un temario donde se abordaron los aspectos del fuego y su clasificación; los métodos para extinguir las llamas y la clasificación de incendios.
Además, explicó qué son los extintores portátiles, las medidas de prevención para combatir un incendio y qué hacer antes, durante y después de un siniestro.
A modo de reflexión, el oficial cuestionó a los asistentes sobre sus conocimientos previos sobre qué se debe hacer en caso de un evento de la mencionada naturaleza, por lo que destacó la importancia de contar con extintores en el hogar y lugares de trabajo, de modo que estos puedan apoyar en las acciones de protección.
No obstante, aclaró que otra parte vital es conocer los protocolos de actuación ante un incendio: “en este caso, solo se pueden encargar si es un conato, es decir, cuando el fuego ha comenzado y se debe actuar rápido; cuando éste escala a más espacios ya es incendio declarado (…) lo que pueden hacer es confinar el fuego, es decir, cerrar puertas para evitar que se propague y dar aviso a los cuerpos de emergencia”, explicó.
Apoyado con videos, Alfonso Martínez mostró cómo en cuestión de solo 40 segundos el fuego arrasó con la habitación de una casa promedio, en su mayoría, siniestros provocados por el mal manejo de artefactos y materiales de fácil combustión.
“En la mayoría de los casos por los que salimos a atender incendios en casas es por sobrecarga eléctrica o cortocircuitos. Nosotros provocamos estos hechos, pues tenemos contactos en las paredes y están diseñados para dos aparatos máximo, luego ponemos multicontactos pero no vemos que el cableado interno se está sobrecargando. Entonces, se funde el cableado de estos contactos y esto puede provocar un cortocircuito que origina un incendio”, expuso.
Por lo anterior, resaltó que muchos artículos que se utilizan en la vida cotidiana son flamables, de ahí que se deba conocer el manejo y almacenamiento para un mejor cuidado y prevención de incendios.
“Todo aquel material que deje residuos de carbón, líquidos flamables, gases como el LP y natural, son elementos con los que debemos tener más precaución, pues los utilizamos día a día y pueden provocar un incendio”, expuso.
A continuación, el oficial enlistó las recomendaciones ante una posible fuga de gas, entre ellas, no activar dispositivos electrónicos (encender switch de luz), cerrar la fuente de distribución de gas y apagar cigarrillos y cerillos.
En el caso de un incendio en el hogar por cortocircuito, llamó a no apagar el fuego con agua, desactivar el suministro de energía eléctrica y solo utilizar el extinguidor si las llamas no han escalado a otros puntos de la habitación.
Otro escenario fue si el fuego alcanza a una persona, en este caso, se puede recurrir a la sofocación con mantas, siempre y cuando no haya materiales sintéticos que puedan alimentar la lumbre.
De la teoría a la práctica
Como parte del curso, Alfonso Martínez explicó a los asistentes los tipos de extintores que se utilizan para combatir el inicio de un siniestro de incendio, así como los elementos que los componen para una mayor efectividad de extinción.
“El extintor es el aparato indicado para combatir conatos de incendio, ya que posee un agente que es expulsado por la acción de una presión interna. Las sustancias que arrojan producen la extinción del fuego. La mayoría de los agentes extinguidos no son tóxicos, pero el contacto prolongado puede producir irritación en las vías respiratorias”.
Por lo anterior, resaltó la importancia de tener un extintor en nuestros espacios de trabajo y en el hogar, cuyo costo va de los 800 a los mil pesos, y las recargas cuestan un aproximado de 80 pesos por kilogramo, es decir, alrededor de 270 pesos al año, por lo que el artefacto en buenas condiciones puede tener una vida útil de hasta dos décadas.
Asimismo, exhortó a los asistentes a respetar las indicaciones de uso, mantenerlos en puntos clave para una pronta respuesta ante el peligro, así como a utilizarlos de manera responsable.
Posterior a ello, los trabajadores pusieron en práctica lo aprendido en el curso, ya que extinguieron una parrilla con fuego controlado, asistidos por los oficiales Alfonso Martínez, Marcos Ríos García y José Negrete Hernández, quienes crearon simulaciones para que los aprendices actuaran de forma contundente para apagar las llamas.
Por último, el personal de la DGCCH agradeció el apoyo y asesoría de los bomberos, así como el compartir esta experiencia que puede ser vital en caso de un siniestro que afecte a la comunidad universitaria.
