Capacitan a profesores para orientar a jóvenes

Buscan conocer a fondo a alumnos

Capacitan a profesores para orientar a jóvenes

Buscan conocer a fondo a alumnos
Capacitan a profesores para orientar a jóvenes

Con el propósito de formar tutores de reciente ingreso a través de la orientación, información y acompañamiento en sus actividades y que estén apegados a los lineamientos del Programa Institucional de Tutoría (PIT), inició el Diplomado Formación Inicial de Tutores en el Colegio de Ciencias y Humanidades, que termina hasta junio de este año.

Cabe señalar que dicho esquema abarca los módulos de Adolescencia y Tutoría, Identificación de necesidades en el Alumnado, Herramientas y Estrategias para el Trabajo Integral, Vínculos con las Secretarías y Departamentos del Colegio, así como Logros y Dificultades en el ejercicio de la Labor Tutorial.

Patricia López Abundio, directora del plantel Azcapotzalco, resaltó la importancia de dar acompañamiento  a los nuevos tutores, por lo que dio la bienvenida a los participantes de todos los planteles y les deseó que sea el inicio de muchos logros en la tutoría.

En su intervención, Rebeca Rosado, coordinadora del Centro de Formación Continua, comentó que el plantel Azcapotzalco se ha distinguido por estar siempre a la vanguardia, “tiene mucho trabajo en el tema de la tutoría y, sobre todo, tiene la intención de compartirlo con los profesores. Mucho éxito”.

Por su parte, Alejandro Cornejo, coordinador  de Tutorías de la DG, afirmó que este diplomado es un logro que se suma a muchos más del plantel Azcapotzalco, que han encaminado a la tutoría desde lo particular a lo general.

“Sé del compromiso, interés y de la generosidad de los profesores que van a participar y han puesto su experiencia para ofrecer lo mejor. Hay que destacar en el trabajo de las tutorías, el diagnóstico, conocer a fondo a los alumnos, encontrar cuáles son sus fortalezas y debilidades, así como el trabajo de recuperación académica”.

 

Detectar necesidades

El primer módulo tiene como finalidad partir del reconocimiento de algunas características propias de la adolescencia, identificar su relevancia y trascendencia como etapa definitoria en la personalidad de todo individuo y la forma que permea el trabajo de la tutoría en el marco del CCH.

Por ello, los profesores externaron la importancia de conocer esta etapa de los chicos, sobre todo en el Colegio, como uno de sus motivos para estar en este diplomado.

Las coordinadoras del curso América Salazar, Claudia González, Ramse Chaires, Hassibi Romero, María Trinidad Garfias, Román Trejo y Rosaura Roche consideraron que con los adolescentes suceden muchas cosas, lo cual hace que se cambie de paradigma cada vez que se habla de ellos.

“Lo más valioso de este diplomado es rescatar la experiencia de los docentes, cómo es que trabajamos con un grupo que no nos hace caso, porqué es importante detectar necesidades y reunirnos de vez en cuando con los padres de familia, si bien no vamos a revisar las teorías psicológicas que hablan de ello, podemos centrarnos en cómo se ha conceptualizado en términos generales y cuáles son esas condiciones por las cuales se ha visto envuelto”, revelaron.

 

Vivencias escolares

En el arranque del programa, Gabriela de la Cruz Flores, del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE), abordó las diversas trayectorias escolares, ya que son realidades de los estudiantes que se deben atender.

Como ejemplo, destacó que por razones familiares u otros motivos, varios estudiantes tuvieron que abandonar sus estudios de manera temporal, pero al regresar “¿qué podemos hacer para facilitarles el retorno escolar? Brindarles los apoyos necesarios de la tutoría, recuperar sus vivencias escolares como fuente de aprendizaje para otros estudiantes que pueden estar en riesgo”.

Explicó que los tutores pueden delinear múltiples trayectorias, como la de jóvenes que ingresan, permanecen y reprueban muchas materias: “¿qué se puede hacer desde la tutoría? Reitero: brindar los apoyos necesarios para mejorar el aprendizaje en áreas o tramos formativos. Lo que nos ha brindado la investigación sobre este tema, es que muchas veces la forma en que están organizados los estudios se convierten en cuellos de botella para nuestros estudiantes”.

Por ello, indicó que si se tienen identificadas las áreas, se debe actuar sobre esas material y favorecer que los estudiantes “lleguen blindados y ofrecer apoyos complementarios, que no se conviertan en asignaturas en las que 50 por ciento de los alumnos reprueban”.

Por último, comentó que existe un proceso metodológico para alinear trayectorias escolares con acciones tutoriales, lo cual habrá que trabajarse con ahínco desde las coordinaciones. “Un aporte básico de las trayectorias escolares al quehacer de las tutorías es el cuestionamiento de la organización, la administración y gestión de los espacios escolares asociados a los aprendizajes de los estudiantes”, finalizó.

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