Amaya Maheti Ramírez Santos, de sexto semestre, es una de las jóvenes inscritas en el Estudio Técnico Especializado (ETE) Instalaciones Eléctricas en Casas y Edificios, que se imparte en el plantel Oriente; su interés por llegar mejor preparada a la carrera de Arquitectura la hizo incursionar en un área que por mucho tiempo fue considerada sólo para los hombres.
Lo mismo sucedió con Itzel Andrade Benítez, de cuarto semestre, quien rumbo a la carrera de Ingeniería Mecatrónica descubrió dicha especialidad, que no sólo le ha permitido acrecentar conocimientos sino que, al igual que Amaya, la deja llevar a la práctica lo que el profesor Rodrigo Yáñez Ramírez expone en su taller cada semana.
Y es que, aunque se ve teoría, en realidad lo que enriquece a los estudiantes es la práctica, afirmó el académico, quien impulsó en este centro escolar la creación de dicho ETE, en el cual se estudian temas relacionados con materias como Física II, a lo largo de cinco unidades temáticas, distribuidas en dos semestres de cuatro horas por semana.
Son conocimientos que les servirán de apoyo a quienes se interesen por alguna ingeniería o por Arquitectura. “Ya hace 10 años que inicié esta opción en el plantel por el amor a la Universidad y el saber qué hacía falta para quienes deseaban ingresar a estas carreras”, añadió el arquitecto de profesión.
Una opción para la vida laboral
Sergio Alberto Ramírez Ramírez, de sexto semestre, está interesado en la Contabilidad, pero escogió este ETE porque cree que no está por demás conocer; “en la secundaria estuve en electricidad y me llamó mucho la atención, por eso decidí a meterme a este curso, y me gusta porque las clases son muy completas y el profesor suele explicar a detalle y con paciencia lo que va presentando”.
Kevin Daniel García Sánchez recomendaría dicho estudio porque “no sabemos qué nos depara la vida y si en algún caso ya no podemos seguir estudiando la Universidad, tenemos un documento que nos valida como técnicos, para así empezar a trabajar”.
Todos vivimos con instalaciones eléctricas en casa, que en algún momento necesitan de una pequeña o gran compostura y es ahí donde tiene una gran utilidad este ETE, ya que te permite ahorrar dinero al hacer uno mismo el arreglo. También da una autonomía económica para quien lo realice, incluso puede ser de gran ayuda para poder terminar la carrera, o bien, para empezar a desenvolverse laboralmente, agregó el maestro Yáñez.
Amaya quiere aplicar estos conocimientos no sólo en Arquitectura, sino en su propio hogar, porque, en alguna ocasión, un señor que dijo ser electricista fue a hacer una instalación a la casa, días después el recibo de la luz llegó alto y al tocar las paredes se presentaban descargas; “nos dimos cuenta de que el cable de la electricidad estaba desgastado, había una fuga y las conexiones no estaban bien, al final fue dinero perdido y además un riesgo para la familia”, añadió.
“En la secundaria estudié electricidad, pero ahí sólo aprendí a pelar cables, hacer amarres y aspectos básicos y no más, en cambio lo que aprendo aquí lo puedo aplicar en mi casa”, aseguró la joven, quien valora que le enseñan lo necesario para evitar accidentes.
Para Itzel Andrade, este ETE la ha ayudado el conocer más sobre instalaciones eléctricas; “en la vida personal, mi papá era quien arreglaba siempre cualquier falla eléctrica en mi casa, ahora lo hago yo o le ayudo. Además, la materia de Física me ha servido mucho para comprender algunas cosas que aquí vemos, como son los circuitos y las energías”.
Para finalizar, el profesor recalcó que las mujeres son muy aplicadas en su clase y se empieza a reflejar en los ámbitos laborales; allá afuera, en las obras, ya se ve a muchas más mujeres, en ese camino vamos y somos parte del cambio, subrayó.
