Alumnos del plantel Naucalpan se alzaron con la victoria en el Segundo Concurso Estudiantil de Teatro Inter-CCH, en el que el premio a la Mejor obra fue para El médico a electrochoques, una ingeniosa adaptación basada en El médico a palos, del dramaturgo francés Jean Baptiste Poquelín, mejor conocido como Molière, representada por estudiantes de este centro escolar ubicado en el Estado de México.
El segundo sitio también fue para Naucalpan, por El enfermo imaginario, y el tercero para Las preciosas ridículas, de Azcapotzalco; El burgués gentilhombre, representada por alumnos de los planteles Azcapotzalco, Oriente y Sur, obtuvo una Mención honorífica.
Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, felicitó a los participantes de estas obras y a los que hicieron posible este magnífico evento, cuyo objetivo es explorar las habilidades creativas de expresión, de compañerismo y colaboración, además de definir la literatura dramática, así como la producción de una experiencia escénica con sus implicaciones estéticas.
“Para el Colegio de Ciencias y Humanidades es muy importante la formación de nuestro alumnado, no sólo en los conocimientos disciplinarios, sino en los ámbitos de la extensión académica, cultural y recreativa, para que desarrollen sus habilidades de apreciación y disfrute de las artes”, ponderó el director.
Como todos sabemos, abundó, la literatura, especialmente el teatro, “nos permiten acceder a mundos diversos que enriquecen nuestra percepción, los seres humanos tenemos necesidad de la ficción, de contar y escuchar historias para reafirmar no sólo la memoria, sino el sentido de pertenencia a una comunidad social y de espíritu”.
Por su parte, la profesora Olivia Barrera resaltó que aun en el difícil contexto de la pandemia, siempre ha encontrado un ánimo y un eco en toda la comunidad del CCH para seguir haciendo teatro, lo cual sería imposible sin la complicidad de los docentes que se interesan por los cursos, las transmisiones y que, en este caso, respondieron a la convocatoria, invitaron y acompañaron a sus estudiantes para realizar sus proyectos, y el entusiasmo e interés de los alumnos.
En cualquier concurso se gana y se pierde, pero en este caso no es así, porque el concurso de teatro no es un fin, sino un medio, “para una experiencia que todos y todas ya adquirieron, de hacer nuevos amigos, de encontrar una nueva forma de comunicarse, realizar trabajo en conjunto, presentarse ante un público, estudiar un texto dramático y dejar volar la creatividad, esa es la idea del teatro”.
El maestro Juan Alberto Alejos recordó que el concurso giró en torno a la obra del dramaturgo francés Molière, de quien este año se cumple el 400 aniversario de su natalicio, y destacó que se contó con un jurado especializado, compuesto por: Monserrat Lastra, actriz de teatro y especialista en actos circenses; Joaquín del Río Mateo, licenciado en Dramaturgia y Teatro con orientación en actuación por la FFyL de la UNAM, y Betsabé Iraís Heras Chavarría, actriz egresada del Colegio de Teatro de la FFyL de la UNAM y guionista de cine del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).
Betsabé Iraís destacó la energía de los participantes, “su ingenio, talento y trabajo nos recordaron que Molière es mucho más que una calle en Polanco como lo conoce la mayoría de la gente, que sigue vigente hablándonos de nuestros más recalcitrantes vicios humanos y criticando las grandes hipocresías de la sociedad, con sus adaptaciones nos han mostrado un Molière actual, atemporal y absolutamente urgente”.
