Por una ciudadanía crítica

Reivindican la educación

Urgente, fortalecer vínculos horizontales entre ciudadanos

Reivindican la educación
Urgente, fortalecer vínculos horizontales entre ciudadanos

Sirva este espacio para reflexionar sobre el papel que tiene la escuela en la formación de ciudadanos, para ello es menester recuperar el enfoque de la pedagogía crítica. Fue Henry Giroux quien en su obra La escuela y la lucha por la ciudadanía, puso de manifiesto la importancia de formar estudiantes capaces de cuestionarse su entorno.

De establecer vínculos comunitarios a través de la participación y organización activa en sus comunidades para avanzar hacia la transformación de la realidad social, a través de una educación que les permita desarrollarse como ciudadanos desde lo local hasta lo global, con una mirada crítica y de constante transformación.

El mismo Henry Giroux ha definido la ciudadanía como una práctica histórica y socialmente construida, por ende, debe problematizarse y deconstruirse para cada generación (en ocasiones el concepto de deconstrucción es problématico o poco se entiende sobre él porque se ha mediatizado tanto en las redes sociodigitales, pero me refiero a este concepto como: tomar el paradigma, analizarlo, rescatar lo que se tenga que rescatar, desechar lo que se tenga que desechar y completar el marco de análisis).

Continuando con este enfoque crítico en educación, Peter McLaren y Giroux recuperaron el pensamiento de Pierre Bourdieu sobre la educación, quien habló desde la sociología posestructuralista haciendo un análisis de la reproducción que se da en las estructuras sociales.

En este análisis, Bourdieu se centró en explicar cómo la institución escolar, a través de su currículo, planes, programas y las relaciones desiguales por diversas causas, ya sea por condiciones de clase, de etnia, de edad, género, etc., que se dan en el entorno escolar, reproducen la transmisión y permanencia de la cultura dominante que se sustenta en diferentes condiciones de dominación, las cuales en la mayoría de los casos derivan en condiciones violentas.

De tal manera, es importante rescatar las aportaciones de la pedagogía crítica para vindicar el papel que tiene la escuela como formadora de ciudadanos críticos, a través de encaminar un tipo de formación que elimine las condiciones ideológicas y materiales que fomenten diversos modos de subyugación, segregación, marginación, encarnados en la discriminación racial, clasista, etaria, sexista o de género, a través de una formación emancipadora, que permita nuevas formas de socialización que apuesten por una vida comunitaria solidaria, justa, incluyente e igualitaria.

De acuerdo con Lucía Álvarez, la ciudadanía del siglo XXI es una ciudadanía neoliberal, fincada en el principio de libertad individual, dejando de lado la igualdad como un elemento formal o abstracto y fortaleciendo la exclusión y la profundización de múltiples desigualdades sociales, dadas a partir de los valores de la posmodernidad, que se basan en el consumo, el narcisismo, el egoísmo, dejando de lado los vínculos comunitarios.

Por ende, es fundamental desarrollar la construcción de escenarios en el aula que coloquen a la igualdad, la libertad, la justicia social y la vida humana en el centro de las nociones de enseñanza y aprendizaje, se trata de hacer visible lo invisible, sacar a la luz el currículum oculto en donde han permanecido estos valores en los procesos educativos.

Finalmente, es importante fomentar en el aula un lenguaje de ciudadanía y democracia, el cual traiga consigo el fortalecimiento de vínculos horizontales entre ciudadano y ciudadano, en el cual se reconozca el pluralismo y la complejidad subjetiva de los sujetos, para que pueda crearse una atmósfera en el aula de confianza y solidaridad que dé sostén a una vida común basada en principios que generen el bien social. * Profesora del plantel Sur. 

Compartir: