Con la analogía de un menú con diversos platillos, Raymundo Morado Estrada, investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, dialogó con los estudiantes del plantel Azcapotzalco donde expuso la diversidad de opciones profesionales que ofrece la máxima casa de estudios en las ciencias sociales y humanidades.
El también maestro en Ciencias de la Computación por la Universidad de Indiana, en Bloomington, exhortó a los estudiantes a buscar, investigar y profundizar sobre las especialidades en dichas áreas.
A través del Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales (PJHIHyCS), el doctor en Filosofía comentó que “al no saber que existen otras alternativas para su vida, puede que se estén perdiendo de algo que los enriquecerá en gran medida como personas y como profesionistas”.
Morado Estrada resaltó que las humanidades intentan entender y comprender al ser humano:
“si sienten curiosidad por cómo es el ser humano, por qué piensa o se relaciona con los demás de cierta manera, la investigación en humanidades podría darles una aproximación o, bien, seguir preguntándose para profundizar su curiosidad”.
Enfatizó que cada joven es diferente, por lo que se puede encontrar algo distinto: “la realidad es única pero polifacética, necesitamos sus puntos de vista”.
Además, enfatizó algunos mitos alrededor del estudio de las humanidades y las ciencias sociales, entre ellas, que “son para los que no pueden con las matemáticas, que no son ciencia y que no hay campo laboral o buena remuneración económica”.
Por ello, expuso 10 razones para acercarse a este campo del conocimiento: “permite reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos (como individuos y como sociedades); entender cómo nos relacionamos con otras personas (tanto individuos como grupos sociales y nacionales); y estudiar el comportamiento social, los fenómenos y los cambios sociales”.
Además, “concebir y valorar la diversidad; preservar los saberes y el patrimonio (tangible e intangible); analizar la transmisión del conocimiento y cómo aprendemos y enseñamos; entender y valorar el arte como expresión humana y de comunicación”.
Por último, señaló que estas áreas del conocimiento “permiten comprender etapas humanas como la infancia, la juventud y la vejez; analizar la generación de la riqueza y su distribución; y fomentar la participación ciudadana y en la toma de decisiones”.
