Qué hacer ante una situación de violencia de género y cómo identificarla. Esos cuestionamientos fueron abordados el pasado 21 de noviembre, a través de una reunión virtual, organizada por la dirección del plantel Sur y en la que se congregó una centena de madres y padres de familia para informarles qué áreas atienden estas situaciones y explicar las rutas o procedimientos para presentar una denuncia.
Luis Aguilar Almazán, director del plantel, mencionó: “Este año ha sido decisivo para generar circunstancias más equitativas para mujeres y varones. Si bien la violencia de género no es un problema sencillo de resolver, por nuestra parte existe la firme convicción de contribuir a erradicarlo, y puedo decirles que hoy tenemos más instancias y procedimientos para conseguirlo”.
Guadalupe Florido, quien preside la Comisión Interna para la Igualdad de Género, explicó que la violencia de género “se distingue en tanto que afecta a las personas o a los grupos de personas con base en su identidad o género” se divide en psicológica, económica, social, sexual, física y feminicidio.
La especialista detalló que la violencia de género se manifiesta en celotipia, insultos, devaluaciones, chistes sexuales u obscenos, bromas acerca de la vida privada o las supuestas actividades sexuales de una persona. Asimismo, en la toma o difusión de fotografías y videos de carácter sexual sin el consentimiento de la persona; invitaciones, llamadas telefónicas o mensajes indeseables y persistentes, acecho, amenazas o comentarios discriminatorios, entre otras acciones.
Defensoría y protocolo
Merari Calixto, responsable de la Oficina Jurídica del plantel, explicó que en la UNAM cualquiera puede presentar una queja por violencia de género ante la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género.
Si bien no hay un plazo para presentar la queja, “se exhorta a la comunidad a que lo hagan lo más pronto posible”.
Para determinar violencia de género, el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM valora: comportamiento (acción u omisión), que esté derivado de estereotipos de género, daño (individual y colectivo) de acuerdo con la persona que lo resintió, asimetría de poder, consecuencias y contexto.
