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Conferencia de Juan Fidel Zorrilla Alcalá

Es urgente atender las lagunas y debilidades formativas desde una perspectiva preventiva

Conferencia de Juan Fidel Zorrilla Alcalá
Es urgente atender las lagunas y debilidades formativas desde una perspectiva preventiva

La escuela, como sabemos, prefiere remediar antes bien que prevenir. En nuestro país preferimos el post mortem de la reprobación para empezar a actuar después del primer parcial o después del semestre reprobado. Los recursos están listos para la reprobación, en lugar de que estén listos para prevenir la reprobación mediante la planeación.

Así lo subrayó Juan Fidel Zorrilla Alcalá, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), al dirigirse a los docentes como parte de las actividades del ciclo “Planeación, estudiantes y profesores”, que organiza la Secretaría de Planeación de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades para conmemorar sus primeros 50 años.

El especialista, quien ha seguido de cerca el desarrollo de la educación media superior a nivel nacional, compartió algunos de sus hallazgos en esta área, en específico, el contexto actual y los retos a los que se enfrenta.

Zorrilla Alcalá expuso lo que denominó “una propuesta heterodoxa de planeación para mejorar la docencia en general en el bachillerato mexicano y que es factible con cierto trabajo de tomar en cuenta en el CCH”.

Además, planteó la necesidad de atender preventivamente las lagunas y debilidades formativas de los alumnos, por lo que propuso organizar dos talleres de fortalecimiento académico, uno de lectura y escritura argumentativa y otro de matemáticas aplicadas a turno o contra turno.

También, “establecer al inicio del semestre un plan de colaboración con base en la formación con que cuenta la institución sobre el desempeño académico de los alumnos específicos del grupo con el que se va a trabajar, a fin de establecer un diagnóstico previo de lectura y escritura argumentativa y matemáticas aplicadas; luego se ofrecería a cada alumno atender estas debilidades con los talleres preventivos”.

Para estas acciones, dijo, es indispensable hacerlo de manera coordinada y aprovechar los recursos disponibles, ponderando opciones, identificando estrategias y planeando, subrayó esta última palabra.

 

Retos de la docencia

El investigador señaló que, actualmente, “los docentes se enfrentan, aislados unos de otros, a mayores expectativas formativas y a más contenidos a ser trabajados; la docencia en la educación media superior (EMS) es mayormente expositiva y las presentaciones e instrucciones de los docentes ocupan mas del 80 por ciento del tiempo, lo que no deja tiempo a actividades donde los estudiantes muestren su comprensión y dominio de contenidos”.

Indicó que se desaprovecha toda la información académica con la que se cuenta en la institución y deja que el docente descubra cómo trabajan los alumnos.

Por otro lado, apuntó, las instituciones han expandido los tipos de recursos para la formación de sus alumnos (contar con información previa sobre el desempeño académico de los alumnos, el surgimiento de figuras como tutores, asesores, orientadores), pero “los procesos de desempeño de estas áreas se mantienen en su planeación y ejecución incomunicadas e incongruentes entre sí, cuando debiesen integrarse para conformar una estrategia formativa que reforzara y fortaleciera la tarea docente”.

Otros elementos que participan en este contexto son el crecimiento de los sistemas de procesamiento; las instituciones participan más en redes de colaboración y de intercambio, pero estos avances no parecen aprovecharse para dinamizar los ambientes de aprendizaje.

“Ciertamente, los alumnos están más familiarizados con las tecnologías, pero esto no ha influido en mejorar los resultados educativos”, enfatizó.

 

Cobertura educativa

Sobre los nuevos problemas, el especialista comentó que la cobertura en 2024 fue más baja que en 2018, ya que llegó sólo a 81.1 por ciento, es decir, “están fuera 20 por ciento de jóvenes”; también prevalece la baja eficiencia terminal, que ronda el 70 por ciento y el abandono escolar.

Por último, persiste la queja de que la EMS no forma con la suficiencia requerida por la educación superior, ni los prepara para el mundo laboral, aunado a que no se han atendido los efectos nocivos de la pandemia. Ante ello, el especialista hizo un llamado a  trabajar de otra manera entre los alumnos, los profesores y la escuela, “en pensar cómo coordinarnos y planear”.

 

Ciertamente, los alumnos están más familiarizados con las tecnologías, pero esto no ha influido en mejorar los resultados educativos”.

Juan Fidel Zorrilla Alcalá

Investigador del IISUE

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