pi

Hasta en la pizza

Profesores y estudiantes comparten sus aplicaciones

Hasta en la pizza
Profesores y estudiantes comparten sus aplicaciones

Aunque ni siquiera los avances tecnológicos han podido calcular su valor exacto, Pi es un concepto que maravilla; un número irracional, infinito y casi mágico que se calculó por primera vez hace unos 4 mil años y que hoy tiene usos inimaginables, que van desde el cálculo de diámetros y perímetros hasta la construcción de pirámides, la puesta en órbita de satélites, el desarrollo de computadoras cuánticas, el uso de celulares, el GPS, la música, entre otros.

El matemático británico Chris Budd lo definió de manera precisa pues, básicamente, Pi es un número útil para describir la geometría del mundo, ya que lo mismo lo encuentras al comerte una pizza que al usar tu smarthphone, el cual emplea para interpretar tu voz; y en aplicaciones como Siri y Google que funcionan a partir de la transformada de Fourier, una operación basada en el popular número Pi.

Sobre todas estas aplicaciones y descubrimientos se disertó durante la jornada dedicada a festejar el Día de Pi, en el Colegio de Ciencias y Humanidades, una celebración que unió a los cinco planteles en torno a las matemáticas, su valor y utilidad para la vida diaria de los cecehacheros, a los que se exhortó a perderle el miedo a la disciplina, a conocerla, disfrutarla y entender que su dominio los llevará un paso adelante en su formación integral.

 

Un número infinito

El estudio de Pi ha maravillado desde las primeras civilizaciones y continúa haciéndolo, ya que a partir de su análisis surgen múltiples aplicaciones en los ámbitos de las ingenierías, la arquitectura, el diseño industrial, la física, la astronomía y otras áreas del saber que han generado muchos de los recursos tecnológicos que hoy conforman la vida cotidiana del ser humano.

El número Pi nos ha ayudado a evolucionar a pesar de que no lo conocemos del todo, nos hace entender mejor lo que nos rodea, consideró el maestro José Luis Macías Ávila durante su disertación, en la que hizo referencia a cómo en la antigüedad se llegaron a formular cuestiones que poco a poco vislumbraron el camino de la ciencia matemática, como fue determinar la distancia que recorrería una rueda o cuánto medía el contorno de una circunferencia, entre otros.

La pregunta, compartió, apareció en diferentes fechas, dos mil años antes de Cristo, babilonios y egipcios ya se habían dado a la tarea de dar un valor aproximado a la circunferencia; inquietud que también tendrían los griegos y, en general, las civilizaciones antiguas.

Al referirse a la construcción del número, el alumno Ulises Axel Bustillos López explicó que se trata de un número irracional y una de las constantes matemáticas más importantes que, en geometría euclidiana, refleja la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro.

“Los hombres de ciencia vieron que la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro era siempre la misma, independientemente del tamaño de la circunferencia que se tomara”, como ocurre cuando dividimos una pizza.

La alumna Danna Paola Méndez Perusquia recordó que fue en el siglo III a. C. cuando el físico griego Arquímedes logró determinar el valor de Pi, utilizando polígonos para afinar su cálculo, el cual tuvo un error de sólo 0.024 por ciento y el 0.040 por ciento sobre el valor real. Agregó que buscar su valor exacto ha sido una constante para muchos matemáticos.

El símbolo de este número, irracional y con infinidad de decimales que no guardan ningún patrón de repetición, fue usado por primera vez en 1706 por William Jones, aunque lo popularzó Leonhard Euler en 1937. En 1841, William Rutherford había calculado 208 decimales, 152 correctos. William Shanks dedicó cerca de 20 años a calcular Pi y llegó a obtener 707 decimales en 1873, y para 1949 un ordenador ENIAC obtuvo los primeros 2 mil 37 decimales en 70 horas de trabajo.

Actualmente, Pi es utilizado en la geometría y trigonometría como parte integral de cálculo, en análisis matemáticos, en probabilidad; también se usa en la física para algunas ecuaciones fundamentales que permiten entender el universo.

Entre sus curiosidades, agregó, una persona tiene el récord mundial por memorizar la mayor cantidad de digitos de Pi, logrando mencionar, sin equivocarse, 70 mil 30 dígitos. Además hay una canción de Pi, la cual se determinó a partir de números que se sobrepusieron a la escala musical de La, misma que se puede escuchar en este enlace: http://socialmusik.es/musica-numero-pi/

Otra aplicación está en el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés), ya que casi todos sus  cálculos se basan en este número. Asimismo, compartió que al dividir la longitud de un río y sus curvas entre la distancia de su nacimiento hasta su desembocadura arroja un resultado aproximado al valor de Pi.

Con la llegada de la era de las computadoras en 1949, se empiezan a conocer más dígitos en cuestión de horas y ahora tenemos billones de cifras decimales, y es tan grande que las personas pueden encontrar su fecha de nacimiento, su número de celular en su secuencia; incluso se ha sugerido que hay un mensaje en la profundidad de la expresión decimal del número Pi, explicó por su parte la maestra Maritza Vázquez Hernández.

 

Diseño ambiental

El maestro Ramón Mateos Cruz se refirió al vínculo entre el número Pi y el diseño ambiental, mismo que utiliza un lenguaje gráfico para comunicar ideas de solución a errores, problemas o necesidades del ser humano. Asume estrategias sustentables para contrarrestar los efectos destructivos y de deterioro ambiental. Además de que se relaciona con otras disciplinas, como arquitectura, diseño industrial y urbanismo.

Al compartir el diseño de un entorno sustentable al aire libre, el profesor destacó el uso de muebles circulares, que favorecen la comunicación entre las personas y explicó el diseño canónico en que interviene la forma circular y dio la importancia del número Pi, además de calcular su volumen con el fin de conocer la cantidad de material de construcción a utilizar. 

 

Soluciones para la vida

“La vida es una constante resolución de problemas, donde sobrevive el que elige la mejor opción, la cual dependerá de todas las herramientas que tengamos y, en ese sentido, las matemáticas generan el pensamiento abstracto matemático que realiza conexiones en los glóbulos cerebrales, lo que permite darle la mejor solución a lo que enfrentemos”, destacó la maestra Susana Covarrubias Ariza, jefa de sección de Matemáticas de la DGCCH.  

Además, las matemáticas son una ciencia vinculada con todas las áreas del conocimiento, en la parte social, en la música, en el deporte, en todo lo que hacemos en la vida cotidiana, afirmó, tras destacar la importancia de que los profesores que imparten esta materia estén capacitados y cuenten con la didáctica para saber explicarla.

En su opinión, es imprescindible motivar al alumno, generarle la confianza, para que sepa que no son difíciles, que puede aprender; provocar su interés e inquietud; desaprender y romper con la idea de que no se puede. Ese es un trabajo muy fuerte del profesor, primero motivar al alumno, engancharlo, y después ser muy dinámico en la clase, hacer diseño de actividades y estrategias.

Es importante que el alumno, además de confianza, tenga el compromiso y el interés de aprender y que el profesor tenga la capacidad de enseñarle la aplicación de las matemáticas en la vida cotidiana, lo que hará que los jóvenes entiendan, disfruten y se interesen. 

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