La alegría que sintió el día que ingresó al plantel Sur fue el inicio de una fuerte conexión con la escuela que la albergaría por tres años; hoy, en la antesala de su egreso, Julieta Fernanda Suir Vázquez rememora ese momento como uno de los más importantes como cecehachera, pues fue descubrir que formaría parte de una gran comunidad, “después de la emoción de gritar el primer Goya, supe que este sería mi ambiente”.
La estudiante, quien con promedio de 10 se perfila para continuar sus estudios en Medicina, reconoce el crecimiento académico y personal que alcanzó en el Colegio de Ciencias y Humanidades. “Me hizo una persona más consciente y madura. Todo lo que aprendí me ayudó a madurar mentalmente y me hizo más responsable. El Colegio te hace autónomo, aprendes a pensar por ti mismo, a buscar, investigar lo que te da curiosidad, además de que los maestros siempre estuvieron dispuestos a resolver dudas”.
En todo esto, explicó, fue determinante el trabajo en equipo, el compañerismo, apoyarse entre todos, llevar a la práctica el modelo del Colegio, “el Aprender a aprender se traduce en ser autodidacta, en buscar más allá de lo que te enseñan, y eso te da muchas herramientas que te ayudarán en la vida profesional; y el Aprender a hacer tiene mucho que ver con la forma de trabajo, siento que lo aproveché bastante, ya que siempre traté de participar en diversas actividades”.
Al referirse al trabajo desarrollado para ser una estudiante de excelencia en el plantel Sur, considera que sólo fue necesario ser responsable, entregar los trabajos y participar mucho, “las participaciones a veces no las atendemos, pero te ayudan y cuando toca estudiar, pues a estudiar”. En realidad, dice, no se trató de un gran sacrificio, “pues me gusta aprender”.
Sobre la carrera que está por iniciar, la estudiante compartió que es una idea que surgió desde la educación básica, porque “siempre me ha gustado ayudar, auxiliar a quienes lo necesitan”, y en el Colegio creció su interés en esa área, gracias a su materia de Ciencias de la Salud.
En este proceso de tres años, resalta también la experiencia que le dejó la pandemia. “Aprendí que siempre hay que echarle ganas, que nunca hay que dejar de aprender, pues toda situación nos deja algo y en este caso fue ser más solidaria, en especial con algunos compañeros y maestros que llegaron a tener problemas, es decir, a ser más empáticos con otras personas.”
“Hay que agarrarle el gusto a la escuela, disfrutar estar en ella, convivir con los compañeros, amigos, incluso con los maestros porque esos recuerdos se quedarán con ustedes; sobre todo, aprovechen todo lo que les ofrezca la escuela: conferencias, talleres, etcétera. Siéntanse muy orgullosos de estar en el CCH y aprovechen su tiempo en esta institución”, les dice a todos los cecehacheros.
