En el marco de la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades se realizaron diversos conversatorios, en el denominado Miradas a un mundo distinto: las ciencias y las humanidades después de la Covid-19, estuvo la astrofísica Julieta Fierro, quien platicó que durante la pandemia ha podido dar conferencias en muchos países: “Ir a las aulas de comunidades desprotegidas ha sido extraordinario, me invitó la UNESCO al programa de La educación para toda la vida, que sea un derecho”.
Agregó que “todos hemos aprendido métodos de comunicación insospechados, las disciplinas van a cambiar, el tipo de trabajo, nos tenemos que entrenar. La pandemia ha puesto en el centro a la ciencia, aunque al inicio de esta administración se descalificó al Conacyt, ellos son los que han trabajado con los industriales para fabricar los respiradores”.
En otros países, como Estados Unidos, hay inversionistas que apoyan a los científicos para hacer innovación y saben que, de cada 100 inventos, 90 no funcionan, pero que 10 van a ser extraordinarios, señaló. “En nuestro país no hay esa confianza, ni siquiera entre las universidades se ponen de acuerdo con las patentes, no hemos creado la cultura de la innovación, espero que con la pandemia se utilice más”.
En su turno, la bióloga Julia Carabias afirmó que esta pandemia es resultado de la mala relación que existe entre los humanos y la naturaleza, “estamos generando desequilibrios en el planeta en aspectos de su funcionamiento. Me temo que la gente no ha entendido que hemos afectado profundamente a la naturaleza. La ciencia nos dice qué pasa si hacemos cosas y si no, también”.
Las cosas que vivimos por la pandemia nos pueden ocurrir otra vez si no actuamos contra el cambio climático, tiene solución y la ciencia lo ha evidenciado, todo el conocimiento científico está claro por dónde nos debemos orientar, el asunto es que hay que traducirlo a políticas que tengan interacción con la ciencia, resaltó.
“Debe haber un respeto a la ciencia, México tiene una masa crítica de científicos espectacular, la más grande en Latinoamérica, pero si le quitas el tapete se nos derrumba y un país con buena ciencia es un país con mejores seres humanos. Los tomadores de decisiones tienen que escuchar a los científicos”, puntualizó.
