XXI Congreso Nacional de Formación Docente de Educación Media Superiorr

Siobhan Fenella Guerrero, doctora en Filosofía de la Ciencia

Covid-19 nos obligó a reinventar estrategias pedagógicas; hay que apostar por la empatía

Siobhan Fenella Guerrero, doctora en Filosofía de la Ciencia
Covid-19 nos obligó a reinventar estrategias pedagógicas; hay que apostar por la empatía

La emergencia sanitaria ha traído cambios importantes en la práctica educativa, por ejemplo, nos han obligado a reinventar estrategias pedagógicas y eso ha sido un desafío en todos los niveles, desafortunadamente también hay un desgaste y desmotivación por parte de los estudiantes que ha conducido a la deserción, consideró Siobhan Fenella Guerrero, participante del XXI Congreso Nacional de Formación Docente de Educación Media Superior.

La bióloga, adscrita al Área de Ciencias Experimentales, opinó que el magisterio no estaba preparado para movilizar las clases a las plataformas electrónicas y “creo que vamos a tener que aprender a crear guías sobre cómo enseñar en un nuevo contexto digital, incluso cuando acabe la pandemia, porque probablemente nos quedemos con algunos modelos híbridos”.

Algo muy positivo, opinó, es que han logrado un nivel de intercambio que no existía, no sólo entre países, sino entre continentes, ahora se pueden impartir Seminarios de Investigación y Posgrado en México y los pueden tomar en Argentina, Chile, Colombia, Estados Unidos, incluso en España. La tecnología ha logrado una interacción cotidiana con colegas, físicamente muy alejados y podemos tener clases muy productivas y fecundas.

La también doctora en Filosofía de la Ciencia comentó que, en particular, ella se ha apoyado en el Zoom para impartir sus clases, porque es una plataforma sencilla e intuitiva, “casi sin problemas, salvo algunas veces con la conexión o con los estudiantes que han enfermado, pero han podido recuperar las clases.

“Tuve que adaptar las dinámicas, porque antes utilizaba mucho el pizarrón, he tenido que reducir el tiempo de clases y hacerlas más concretas”, expresó.

Sobre el tema de la igualdad de género, que permea las líneas docentes, destacó que la sociedad ha avanzado en algunos sectores urbanos y juveniles, con un nivel educativo quizá mayor al promedio, “pero creo que son islas, fuera de estos espacios las resistencias y discursos son muy fuertes, de hecho, se han incrementado, precisamente por la visibilidad de un discurso a favor de la igualdad, la no discriminación y la no violencia”.

Esto se ve mucho, por ejemplo, en redes sociales, donde han surgido movimientos muy violentos y justamente se cruza con la situación del encierro que vivimos, un choque cultural en redes muy intenso, entre un sector que trata de avanzar en este tema y otro que sistemáticamente considera que el asunto casi casi atenta contra los privilegios dados por una sociedad que históricamente ha sido y sigue siendo desigual, no sólo en las relaciones entre hombres y mujeres, sino también en temas de razas, clases y diversidad sexual.

Para la investigadora ha habido avances en las legislaciones, pero todavía no se han traducido en cambios en las prácticas políticas.

“Creo que hay que apostar por la educación, pero sobre todo por la empatía, me preocupa que construyamos una sociedad donde la amenaza del castigo punitivo lleve a la gente a respetar”.

En su opinión, gran parte del antagonismo en redes emana de una crisis de empatía, mucha gente no se da cuenta del legado de marginación, violencias y exclusión; un motor para crear una sociedad mucho más igualitaria es el reconocimiento de las dignidades de las y los otros. 

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