Fuentes luminosas

Fuentes luminosas, bajo análisis

Charla online sobre este maravilloso fenómeno

Fuentes luminosas, bajo análisis
Charla online sobre este maravilloso fenómeno

Luz por todas partes. El Sol, que es una estrella, es una fuente de luz y calor. Los relámpagos, los rayos, los truenos que nos maravillan por su estruendo y por la luminosidad que generan. Las auroras boreales y el arcoíris son también fenómenos luminosos.

Todo este caudal lumínico fue explicado por Isaías Hernández Valencia en su conferencia virtual “El maravilloso fenómeno de la luz: la dualidad onda-partícula”, programada en el Ciclo Cecehacheros al Museo de la Luz, que se trasmite a través de la página oficial de Facebook del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Durante su exposición, el jefe de Servicios Académicos del Museo de la Luz, adscrito a la UNAM, mostró diversas imágenes para representar cómo se produce la luz. “Todos hacemos la semejanza de un foco con la luz, la energía eléctrica siempre la hemos asociado con la luz, pero realmente lo que se genera es un cotidiano fenómeno eléctrico que, si falla, provocará que ningún aparato de la casa funcione”, explicó.

“También hemos visto bichos que, de alguna manera, generan su propia luz, como las luciérnagas, o como el caso del escorpión, que produce una luz especial que lo hace brillar. En el caso de algunas playas que, durante el confinamiento, han estado desiertas y fueron tomadas por la noche por algunos organismos luminosos”.

Pero ¿cómo podría definirse la luz? La luz, señaló, “es energía, y se propaga como una radiación electromagnética que presenta un comportamiento dual: de onda y de partícula. En ciertas condiciones, la luz, al interactuar con la materia, se comporta como onda, pero en otras ocasiones como partícula”.

La luz, enfatizó el especialista, tiene dos representaciones: “como onda y como partícula”, y a través de una ilustración mostró la manera en que viajan los fotones en línea recta y parecen decir: “Atención, prisma a 10 centímetros; prepárense para comportarse como onda”. En otra imagen presentada, la partícula parece verse al espejo y lo que ve es una onda.

Hernández Valencia también se refirió a las oscilaciones como fenómenos periódicos: “Si las oscilaciones se trasmiten de una partícula a otra, al conjunto de dichas oscilaciones de todas las partículas se le denomina fenómeno ondulatorio”. En ese sentido, detalló que “una onda es una perturbación, de cualquier naturaleza, que se propaga en un medio material o incluso en el vacío”.

Además de detallar las características y tipos de ondas, el experto habló de interferencia (“cuando dos o más ondas se superponen para formar una onda resultante de mayor, menor o igual amplitud”), de difracción (“cuando una onda se encuentra con un obstáculo o una rendija”) y de iridiscencia (“la propiedad de ciertas superficies en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo con el ángulo desde el que se observa la superficie”).

El físico respondió varias dudas del público: ¿por qué la iridiscencia cambia al movernos a otro ángulo? “En este fenómeno se producen los colores debido a la reflexión y retracción de la luz. A mis ojos llegan dos haces de luz. En una posición específica se genera el fenómeno de la interferencia, pero si me muevo veo otro reflejo de la luz. Los haces de luz producen una interferencia distinta, cambian las luces del objeto al moverlo o al moverme yo”.

¿De qué color es un espejo? “No tiene color, proyecta lo que se le ponga enfrente. El espejo es una sustancia en una superficie capaz de reflejar toda la luz que recibe. No absorbe los colores, los refleja”.

Si el sonido es una onda, le preguntaron, ¿por qué en el espacio no hay? Y respondió: “Existen dos tipos de ondas. Las que necesitan un medio para propagarse y las que no. En el espacio hay un vacío, de tal suerte que no hay materia. Entonces no hay aire que se propague. De hecho, en la Luna no hay atmósfera. Si grito en la Luna, nadie me escucharía. Quien sustenta al sonido es la materia”.

¿Por qué la luz genera calor? “Las fuentes luminosas se clasifican en incandescentes y luminiscentes (como los focos que no se calientan)”.  

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