La publicación semanal se encargó de difundir los eventos que dieron forma al Colegio; al inicio aparecía los jueves

Gaceta CCH comunicó grandes cambios

La publicación semanal se encargó de difundir los eventos que dieron forma al Colegio; al inicio aparecía los jueves

Gaceta CCH comunicó grandes cambios
La publicación semanal se encargó de difundir los eventos que dieron forma al Colegio; al inicio aparecía los jueves

De manera general, los primeros años de la Gaceta CCH se vieron reflejados por una intensa actividad político-académica, principalmente, por los profesores del plantel Oriente, ya que realizaban constantes demandas a la institución para resolver diversos problemas académico-administrativo y de sueldos.

No obstante, con el apoyo de la Rectoría de la UNAM, el Colegio se esforzó por resolver problemas, así como para mantener informada a la comunidad cada semana por medio de la Gaceta CCH, que se publicaba los jueves (1974-1976).

Otro de los esfuerzos que se realizaron por medio del medio de comunicación escrito fue brindar al profesorado conocimientos sobre Legislación Universitaria; se difundieron documentos relacionadas con derechos y obligaciones y temas de ética y pedagogía.

Como respuesta, en la primera época surgió la sección 1 de la publicación: “Autores y Textos Universitarios”, donde se dio voz al pensamiento y postulados de importantes intelectuales, profesores, y pedagogos mexicanos y extranjeros.

Al poco tiempo apareció la sección “Documentos”, donde se daban a conocer textos relacionados con los derechos y obligaciones del profesorado y cuestiones de Legislación Universitaria, entre otros temas de interés. 

Por otra parte, 1975 apareció la sección “VARIA”, en la cual se difundían notas breves de los cinco planteles del CCH sobre cursos, talleres, conferencias y diversas actividades académicas.

Cabe señalar que en 1974, los estudiantes y profesores que deseaban recibir un ejemplar de la Gaceta CCH tenían que solicitarla por medio de una carta dirigida a la Coordinación del Colegio, en Ciudad Universitaria. Después, un pequeño grupo de personas compuesto por el responsable de la publicación y apoyo secretarial membretaban y empaquetaban los números para ser enviados por correspondencia a los domicilios de los estudiantes, profesores, dependencias de la Universidad y la Rectoría. 

 

Formación y diseño

En cuanto a la formación y diseño editorial, los primeros números de la Gaceta CCH fueron de ocho páginas impresas en papel revolución a dos tintas y con escasas fotografías.

El logotipo de la publicación (Gaceta CCH, órgano informativo del Colegio de Ciencias y Humanidades se formó por una tipografía en letra cursiva y de molde en tinta negra, que se acompañó por el escudo de la UNAM, mismo que apareció al pie de la portada de los números de 1974.

En el año 1975 se realizó un rediseño editorial donde se subió a la cabeza de la portada el logotipo de la publicación. En dichas publicaciones, la cabeza de la nota principal aparece acompañada siempre por una fotografía en blanco y negro, y los llamados para notas; además, se distingue de manera clara la formación en dos y tres columnas, entre otros aspectos importantes.

De 1978 a 1984, la Gaceta CCH se distingue por tener publicados el logotipo y llamados en tinta azul cielo y el resto de las páginas a dos tintas en blanco y negro.

 

La Gaceta en cifras

Con el paso del tiempo la publicación institucional fue fortaleciendo su presencia en la institución. Como muestra, en los años 1975, 1976 y 1979 se presentaron algunos balances numéricos que dieron testimonio de su crecimiento y aceptación en la comunidad cecehachera.

En 1975, José de Villa, secretario de Acuerdos, y responsable de la publicación, informó que ese primer año se publicaron 38 números ordinarios, un extraordinario, un suplemento especial, 119 comunicados oficiales de trabajadores, alumnos, profesores y autoridades; y 52 artículos especializados, para una cifra de circulación semanal promedio de 40 mil lectores.

Además, en 1976, al cumplirse los 100 números de la Gaceta CCH, se hicieron dos números extraordinarios; 66 entrevistas a funcionarios y profesores de la UNAM y el Colegio; 85 reportajes de actividades, como simposios de investigación, muestras de teatro y actividades académicas de estudiantes y profesores del Colegio; 112 artículos especializados en temas relacionados con orientación vocacional y Legislación Universitaria, entre otros.

En tanto, en 1979, al cumplirse cinco años, se habían publicado 190 números ordinarios y 2 extraordinarios, cuyo contenido total fue de 2 mil 936 páginas, mil 658 textos varios, más de 3 mil fotografías y 704 comunicados y avisos.

“Durante este lapso de vida, la Gaceta CCH había editado 2 millones 283 mil ejemplares y en suma 35 millones 292 mil páginas distribuidas a la comunidad del Colegio de Ciencias y Humanidades”, se detalla.

También se habían publicado imágenes y frases conmemorativas como “Podríamos decirlo en chino, pero mejor lo decimos en la Gaceta CCH”; “Informar para Comunicar, Comunicar para Informar”; “No hay peor ciego que el que no quiere leer” y “El profesor y caricaturista Federico Arana festeja con la caricatura”.

De esta manera, en diez años se publicaron 354 números ordinarios, que fueron del 16 de julio de 1974 (primer número) al 354 del 3 de diciembre de 1984.

 

Otro toque de color

Como dato curioso, en 1978, el profesor Federico Arana diseñó un cartel promocional donde se invitaba a la comunidad cecehachera a buscar la publicación en las oficinas administrativas, bibliotecas, academias de los planteles, la Dirección de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato y de la Coordinación del CCH, mientras que a la par se brindaba el servicio de correspondencia para funcionarios e instancias universitarias y fuera de la institución.

Por lo anterior, durante la primera mitad de los diez primeros años, la Gaceta CCH consolidó su aceptación en la comunidad del Colegio; el interés por conocer en el bachillerato de la UNAM y la propia Universidad, las propuestas de enseñanza-aprendizaje y de organización académica de la planta docente, pero sobre todo de la pujante vida colegiada que se daba en la institución.

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