El CCH siempre se ha mantenido a la vanguardia, y el Protocolo de Equivalencias para el ingreso y la promoción de Técnicos Académicos es muestra de esto, ya que, al contar con una versión actualizada, con términos que van acordes con la situación que actualmente vivimos por el trabajo en línea, entre otros aspectos, beneficia no sólo a esta figura académica sino a la labor docente que en conjunto se realiza en esta institución.
Así lo expresó Mayra Monsalvo Carmona, secretaria Estudiantil del CCH, y también técnica académica, a propósito de la aprobación del documento por el H. Consejo Técnico, el pasado 15 de junio.
“Ha sido un trabajo relevante y el CCH se ha convertido en un referente en este ámbito. Contar con las normas y los criterios avalados por la máxima autoridad del Colegio es un gran avance, sobre todo para mantenernos en el camino de una carrera académica en ascenso. Es muestra del trabajo colaborativo y colegiado que se puede realizar; este proceso también nos permitió conocer lo que hacen los demás, entender sus problemáticas y ponerte en los zapatos del otro”, señaló.
El técnico académico se encuentra en áreas muy importantes, como son los espacios de Cómputo, de Biblioteca, Mediateca, entre otros. Son profesionistas especializados en su área y puede desempeñarse en las tres funciones sustantivas de la Universidad: la docencia, la investigación y la difusión y extensión de la cultura, lo que permite que se lleve a cabo mejor la docencia en el Colegio.
También colabora en muchas de las actividades que realizan otros académicos, como son los profesores del Siladin, Cómputo, Mediateca, donde tiene relación directa con ellos, lo que permite enriquecer su trabajo.
Esta figura académica, explicó, nace en la Universidad en 1974, en el Colegio las primeras contrataciones se realizaron en 1988. En el 2007 se generan los documentos que hasta el momento los regía: la Normatividad para la presentación de informes y el Protocolo de equivalencias, en este caso, fuimos de las primeras entidades en la Universidad en tener un protocolo para Técnicos Académicos.
El que se haya concretado dicho Protocolo, señala la funcionaria, trae consigo grandes beneficios, porque se actualizan muchos de los términos, por ejemplo, para los colegas de los Laboratorios, de Cómputo, Mediateca, puesto que se incluyen las actividades que ellos realizan, y por ende sus informes serán evaluados de manera más adecuada, ya que irán apegados a lo que realmente realizan, y no como en otros momentos que era como poner un saco a la fuerza.
Con este protocolo se incluyen actividades diversas, está más actualizada, entre otras están trabajos como el desarrollo de páginas web, cursos en línea, aquellas relacionadas con la labor a distancia; es decir, términos apropiados acorde a las actividades que realizamos y los beneficios, en general, son para los aproximadamente 97 técnicos académicos del CCH.
Entre los aspectos más relevantes que se observan en este Protocolo, precisó se quitaron algunas actividades o se fusionaron otras; en cuanto a los puntajes, estos cambiaron y aumentaron, lo que entonces equivale a que la gente tendrá un poco más de actividades para poder entregar sus promociones y así poder avanzar en la carrera académica.
Una gran característica, subrayó la técnica académica, es que fue propuesto y desarrollado por los técnicos académicos y fueron ellos quienes pudieron expresar y dar aportaciones; fue algo muy valioso porque finalmente se nos escuchó. Significó un trabajo de aproximadamente 10 años.
Por su parte, la secretaria general del CCH, Silvia Velasco Ruiz, señaló que es un documento que normará las actividades que realizan los Técnicos Académicos. “Fue resultado del trabajo colegiado en las diferentes áreas y departamentos en donde se encuentran los técnicos académicos del Colegio. Es un instrumento de mucho valor porque incluye actividades, sobre todo para quienes ejercen en los espacios de las mediatecas, cuyas funciones no habían sido contempladas.”
También es valioso porque facilitará los procesos de evaluación para promociones de esta figura en un futuro. Fue un documento trabajado de manera colegiada, donde se evidenció la solidaridad, el estar en comunicación y el apoyo constante que al final se vio reflejado en la conclusión de este trabajo arduo y sistemático.
Pero no sólo correspondió este trabajo a las áreas y departamentos, puntualizó, sino también a los que integraron la comisión correspondiente. También fue atendido por las comisiones permanentes de Legislación y de Evaluación del Consejo Técnico y por el pleno del Consejo, donde se precisaron algunos elementos de análisis para poder enriquecer la propuesta. “Es un gran logro para el Colegio, son de las cosas que tenemos de ventaja como institución: poder generar nuestro propios reglamentos o estructuras normativas”.