¿Qué significa para ti ser hombre y por qué crees que hay violencia hacia las mujeres? Estas dos preguntas fueron planteadas al auditorio por Lía García, pedagoga y activista a favor de los derechos de las personas transexuales, durante la charla que ofreció el pasado 25 de noviembre, dentro de las actividades del Día Internacional contra la Violencia de Género.
La plática fue organizada por la Comisión Interna de Igualdad de Género y el área de Difusión Cultural del plantel Sur, que son presididas respectivamente por las profesoras Guadalupe Florido y Dolores Luna.
Los cuestionamientos de Lía García forman parte de un performance que invita a los alumnos a maquillar su cuerpo como si fuera el último día de su vida. El propósito es concientizarlos sobre una realidad lacerante: México ocupa el segundo lugar mundial en crímenes de odio contra personas transexuales.
Como complemento del performance, Lía García leyó a los estudiantes un cuento de su autoría, titulado “El cubreboquitas azul que no quería tapar boquitas”. Este relato, explicó, está inspirado en el contexto de la pandemia, específicamente pensando en las mujeres que ya no quieren que se les tape la boca, porque hace mucho que así la han tenido. “Tapar no es lo mismo que cubrir”, aseveró.
Agregó que su activismo le ha llevado a diferentes escuelas de nivel secundaria y bachillerato, en donde cuestiona a los varones acerca de sus actitudes. También dijo que escribe cuento y poesía, porque una forma de transformar es “detonando la palabra, el verso y resistiendo desde la poesía”.
Asimismo, sostuvo que “la masculinidad es una identidad que se les impone a los hombres, lo cual no es natural, es una construcción social, y por eso es importante cuestionar a los estudiantes de forma directa sobre qué significa, para ellos, ser hombres”.
Lía García, “La Novia Sirena”, es una mujer transgénero, cofundadora de la Red de Juventudes Trans México. Desde ahí difunde su trabajo sobre feminismos y promueve los derechos humanos de jóvenes trans. Sus proyectos artísticos se han centrado en construir puentes afectivos entre la experiencia trans y el espacio público por medio de los afectos.
