Marisela Álvarez Pérez, maestra fundadora del Colegio de Ciencias y Humanidades y profesora de la asignatura de Biología en el plantel Naucalpan, recibió el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz de la UNAM, distinción que destaca su trayectoria académica y sobre la cual afirma: “aunque estoy tan a gusto dando clases, siento que no la merezco, porque me pagan por ello”.
La docente, quien inició su labor educativa en el Colegio en 1972, compartió que su interés por la biología surgió en la secundaria, gracias a cómo daba clases una profesora: “creo que desde pequeña me llamaba la atención la naturaleza. Cuando íbamos de paseo regresaba con animalitos como renacuajos y caracoles. También me interesó la química, pero me decidí por la biología porque quería ser maestra”.
Más adelante, en su etapa como estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria, Marisela Álvarez realizó un trabajo sobre Sor Juana Inés de la Cruz: “leí su historia, me aprendí versos de ella, fue una persona increíble, siendo mujer enfrentó muchos problemas en su tiempo y destacó”.
“Yo siempre les digo a mis alumnas que la mujer vale tanto como el hombre, estamos en el mismo nivel; no se dejen maltratar, ustedes son tan inteligentes como ellos, entonces a mí me parece perfecto todo este movimiento de la igualdad de género”, resaltó.
Sobre cómo se vinculó al Colegio, explicó que la noticia de la creación de un nuevo sistema de bachillerato universitario llamó toda su atención: “todavía no se construían los planteles, pero supe cómo iba a ser. Me pareció interesante, nos avisaron cuando ya había que ir y nos dieron un curso a los aspirantes a maestros, en el que nos orientaron acerca de los principios del CCH, me encantó”.
Una vez en el CCH, la maestra conoció el Modelo Educativo, hecho que le permitió compararlo con el que se implementaba en escuelas particulares, “donde no había libertad para hablar de temas como la evolución. Aquí comenzamos a trabajar planteando problemas, que el alumno investigara por su cuenta y haciendo experimentos”.
Cuidado del medio ambiente
Respecto a la importancia de su asignatura, la maestra expresó que cada individuo debe actuar para no afectar a la naturaleza: “yo les digo a mis alumnos que, cuando estén en cargos con poder de decisión, cuiden el medio ambiente y traten de recuperar lo más que se pueda”.
Asimismo, consideró que la próxima pandemia no será en 100 años, como señalan científicos, sino antes: “somos muchos y eso favorece el contagio, la naturaleza tiene sus formas de regularse y una de ellas son las plagas, hay varios factores que se acumulan y puede ser peor, lo vemos en los huracanes, las lluvias que se han dado en todo el mundo, se talan los bosques y no hay nada que retengan el agua, como los manglares. Se dice que el humano es el culpable, pero puede ser parte de la evolución del planeta, nosotros lo estamos acelerando”.
Mujer en las ciencias
Álvarez Pérez enfatizó que la convivencia con los estudiantes es lo que más disfruta de ser maestra: “los jóvenes son respetuosos conmigo, trato de que entiendan que vienen a la escuela a prepararse, me encanta trabajar con ellos”.
“Al paso del tiempo he tenido oportunidad de comparar a los alumnos, antes, los del tercer turno eran jovencitos muy responsables y también los del último turno, pues eran un poco más grandes, pero intuyo que a todos les era agradable este sistema”, expuso.
Aunado a ello, indicó que durante estos años en los que ha presenciado la transformación del Colegio, los cambios también han estado presente en las generaciones: “al principio no teníamos un programa como ahora, bien planificado, nos apoyamos en unos cuadernillos que nos dieron, después se elaboraron programas, se siguen revisando y modificando”.
“Ahora siento que son muy extensos los temas, pero tenemos que verlos de manera global, sin caer en el enciclopedismo. Los alumnos que vivieron la pandemia son la generación con más complicaciones para trabajar, sin embargo, estamos avanzando, ya que les afectó mucho esa etapa”, aseguró.
Por último, la profesora hizo un llamado a la comunidad estudiantil, en especial, a las alumnas:
“No dejen de estudiar, de prepararse. La mujer en la ciencia tiene que avanzar, porque en esos espacios todavía hay mucha discriminación. La mujer tiene capacidad y debe seguir adelante siempre, y las madres debemos orientar y apoyar a nuestras hijas. Hay casos donde algunas alumnas me han comentado que si no hay dinero en el hogar, el que estudia es el varón. El apoyo tiene que ser equitativo”, finalizó.