Con un llamado a sumar esfuerzos por el cuidado del planeta, desde las distintas disciplinas científicas y humanísticas, más de 30 dependencias universitarias, entre ellas el Colegio de Ciencias y Humanidades, participaron en el Tercer Festival de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (ENCiT), un encuentro de análisis, estudio y reflexión que este año puso énfasis en el uso y perspectivas de las energías renovables, así como en la proyección de una transición energética.
La actividad, que se ha convertido en un punto de encuentro para generar conciencia sobre la urgencia de atender, desde la Universidad, las crisis socioambientales globales, fue inaugurada por Beatriz Ortega Guerrero, directora de la ENCiT, quien estuvo acompañada por Blanca Prado Palma, coordinadora del Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo; Lourdes Georgina Larrondo Posadas, de la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México; y Marina Elizabeth Rincón González, del Instituto de Energías Renovables de la UNAM.
Asistieron también los directores generales del CCH y de la Escuela Nacional Preparatoria, Benjamín Barajas Sánchez y María Dolores Valle Martínez, respectivamente.
En el acto, las autoridades celebraron la realización del Festival, ya que permite ampliar la visión entorno a problemáticas ambientales, pero desde la inter y la transdisciplina.
También se hizo evidente la importancia de volcar esfuerzos para el estudio del suelo ya que tiene múltiples desafíos; de cara al 2050, se señaló que la producción agrícola mundial deberá incrementarse en un 60 por ciento para satisfacer la demanda de alimentos, hecho que representará altos niveles de degradación a escala global, lo que constituye al mismo tiempo la mayor amenaza ambiental para producción de alimentos.
El festival favoreció el diálogo sobre la casa común: la Tierra. Por ello, las autoridades universitarias y gubernamentales coincidieron en que es imperativo pensar conjuntamente en estrategias innovadoras que hagan frente a la crisis global que plantea el cambio climático.
Reflexión desde lo artístico
Como parte del programa, se presentó una muestra de las actividades artísticas que se llevan a cabo en sus planteles. En las dos jornadas que conformaron el festival, se presentaron el Coro Inter Planteles del CCH, con sede en el plantel Azcapotzalco; el taller de danza del plantel Naucalpan; los talleres de danza folklórica, danza árabe y Canto Voces del Oriente, del referido plantel; y el Coro Voces del plantel Vallejo.
Música
“La música alimenta el espíritu, el alma y es parte de nuestra historia. La naturaleza siempre va de la mano de la música y el arte, nuestro concierto fue muy ecléctico, desde la música nos sumamos a la petición de cuidar la tierra, el agua, tratemos de hacer uno con la tierra otra vez, que nos hace falta” expresó Enrique Rodríguez, profesor del Coro Inter Planteles del CCH, con sede en el plantel Azcapotzalco.
Para Adriana Santiago y Óscar Antonio García, integrantes del coro, esta experiencia les pareció muy bonita. “Es la primera vez que nos presentamos y estuvo muy padre, a través de la música podemos compartir a las personas que el medio ambiente nos necesita, pues la música es otro lenguaje que nos hace reflexionar”, coincidieron.
Melodías como El rey león, La historia sin fin, Piel canela y Volaré fueron interpretadas por el Coro Voces de Oriente.
“Estos escenarios les dan mucha confianza a los estudiantes, les ayuda a ampliar más su panorama tanto visual como intelectual”, señaló Édgar Padilla, profesor del coro, con más de 28 años de trayectoria.
Al respecto, Rodrigo Vera, Diego Andrade y Uriel Solorio, integrantes del coro, compartieron que la música es un arte que puede representar muchos sentimientos de manera clara.
“Es súper interesante lo que puede transmitir. Esta presentación también nos retroalimenta e inspira en el aspecto de la técnica coral, no se trata de un trabajo individual sino de un objetivo de todos. Nos gusta que la UNAM fomente estas actividades, hace que más personas se interesen por el arte”, agregaron.
Por su parte, Alejandra García y Alejandra Pérez, integrantes del Coro Voces del plantel Vallejo, se dieron unos minutos previo a su presentación en el Festival para señalar cómo el Coro les ha cambiado la vida.
“Somos un grupo de canto y parte de los valores de nuestro taller son el amor a nuestra cultura como mexicanos. Este taller nos ha salvado la vida y nos ha llenado de muchas experiencias. Es un orgullo el presentarnos en un lugar así y que se nos dé esta oportunidad de demostrar que la juventud sí está interesada en su cultura, en las artes”, expresaron.
Danza
Valeria Fernández Benítez y Mauricio Ramírez, estudiantes del taller de danza folklórica del plantel Naucalpan, indicaron que presentarse en escenarios nuevos siempre les suma mayor experiencia.
“Es una gran oportunidad y estamos muy orgullosos de representar la cultura de México, estar en CU es padrísimo. El baile es inspiración y nos hace muy feliz, es una forma de expresión que nos libera de todo, también es una forma de salir de nuestra zona de confort”, comentaron.
Por su parte, las jóvenes integrantes del taller de danza árabe del plantel Oriente, previo a la ejecución de su coreografía que llevó como título Mi tierra y mi pueblo, correspondiente a la cultura egipcia, señalaron que presentarse en nuevos escenarios les permite ser más extrovertidas.
“La danza para nosotras es una forma de conectar con la Tierra y con la naturaleza, expresar el amor y el cariño que uno les tiene. La danza árabe se conecta con uno mismo y con todos alrededor”, destacaron.
Por último, Marlene Méndez, estudiante e integrante del taller de danza folklórica del plantel Oriente, a nombre de sus compañeras, afirmó que siempre es un gusto expresar a través del baile lo que es la cultura mexicana.
“Es una gran oportunidad para el taller vivir algo nuevo. Como grupo nos permite crecer en la convivencia y la amistad. Las relaciones sociales se mejoran entre nosotras y adquirimos más confianza y nos apoyamos mutuamente. Además de que rescatamos las tradiciones de nuestros antepasados”, concluyó.
Aprender más
Durante las dos jornadas de actividades del festival los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer, a través de la explicación de especialistas y estudiantes, aspectos sobre el cambio climático, sequías, erosión de la tierra, búsqueda de planetas que se podrían habitar, geoturismo, zonas litorales, contaminación y acidificación de los océanos, ecosistemas, cuidado de las playas, dunas costeras, sismos, evolución vegetal, huracanes, energías renovables, autos eléctricos, entre otros.
En este sentido, Luis Hernández Trejo, coordinador del Programa de Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, del plantel Azcapotzalco, asistió con sus estudiantes para que pudieran experimentar de primera mano “mucho de lo que se ve en clase, pero con expertos y esto también les pueda ayudar a perfilar su futuro profesional”.
Para Itahí Escamilla, el evento fue una experiencia didáctica y divertida: “pude ver varias propuestas sobre carreras, y así ayudarme a tomar la decisión de a qué me quiero dedicar. Me interesa la biología y aquí pude ver que toda la ciencia está interrelacionada, también vi cómo trabajan los investigadores, esto me servirá mucho en mis proyectos del programa”.
Por último, Stephanie García señaló que no sólo fueron actividades informativas, sino también recreativas: “pude hacer flores con jabón y nos enseñaron cómo funciona un sismógrafo y muchas cosas más”.