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Conciertos FaM por la UNAM

Cecehacheros vivieron un momento lúdico al escuchar las piezas de violín y piano

Conciertos FaM por la UNAM
Cecehacheros vivieron un momento lúdico al escuchar las piezas de violín y piano

El calor de la tarde por algunos minutos dio tregua en el auditorio Ruy Pérez Tamayo, del Siladin del plantel Azcapotzalco, y permitió a los jóvenes estudiantes deleitarse ante los acordes del violín y el piano interpretados por Claudio Santiago y Diego Tenorio, egresados de la Facultad de Música.

El concierto, organizado por el Departamento de Difusión Cultural del CCH, se convirtió en un viaje musical que llevó a los asistentes a diversas épocas y latitudes, desde Cantabile, de Niccolò Paganini; Juventud, del zacatecano Manuel M. Ponce, pasando por Andaluza, del español Enrique Granados, y el Intermezzo, de Johannes Brahms, entre otras piezas, hasta llegar al primer movimiento de la Sonata 4 del alemán Ludwig van Beethoven.

Los intérpretes, también muy jóvenes, hicieron del espacio un pequeño oasis ante el bullicio exterior y en cada pieza compartieron un breve contexto histórico, en algunos agregaron la anécdota que dio paso a su origen.

Para Laura Natalia Ramírez, estudiante de segundo semestre, la combinación del piano y el violín fue espectacular.

“Ha sido una buena experiencia escucharlos, el violín es de hecho uno de mis instrumentos favoritos. Estuvo muy bien venir y tener la oportunidad de escucharlos, me gustó mucho”, externó.

Por su parte, Rocco Arreola, alumno de sexto semestre, encontró inspiración en la música: “quiero estudiar cine, y al escuchar algunas piezas que presentaron rápidamente lo relacioné con algo que he escrito, es como si se complementaran, como que todo esto ayuda a hacer colaboraciones artísticas entre nosotros mismos y así fomentar el arte. Es muy padre que hagan actividades culturales en el CCH. Al escucharlos me transmitieron su emoción”.

Sin embargo, también fue un momento para relajarse con la música, como le sucedió a la alumna Aline Regina Pérez, quien por algunos minutos se sintió tranquila y se olvidó de sus pendientes.

Por último, el violinista Claudio Santiago compartió que hace algunos años fue también cecehachero del plantel Azcapotzalco, por lo que volver a pisar este espacio, pero esta vez como portavoz de la música, le agradó mucho.

“Estos conciertos son un acierto, porque permite a los estudiantes encontrarse y descubrir lo que les gusta o acercarse a este tipo de música que no es tan accesible. También para nosotros visitar los planteles es una gran experiencia y oportunidad de demostrar el arte a los jóvenes, y que ellos también descubran todas estas emociones. La música, sin duda, es el empuje para seguir adelante en el día a día”, concluyó. 

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