Los musicales son un género muy complicado, no sólo por el nivel de realización que requieren (desde castear a los actores/voces correctos y correctas, hasta la escritura cinematográfica musical) sino también por ser uno de los géneros más denigrados por el público, lo cual resulta paradójico pues Hollywood ha producido una lista larga de musicales.
Esta introducción es para decir que si el público no está dispuesto a ver Wicked debe alejarse de ella, pues no innova el género, ni intenta revolucionarlo, todo lo contrario: lo abraza y se aferra tanto como sea posible, adoptando sus proezas y sus fallas.
Wicked es una reimaginación de la historia de The Wizard of Oz, vista de la perspectiva de la Bruja del Oeste, funcionando como precuela a la historia.
En este caso, la historia sigue a Elphaba (Cynthia Erivo) y el comienzo de su historia, así como su relación de amistad con Glinda (Ariana Grande), la bruja buena y bondadosa del Norte.
Aunque existe una rivalidad entre ellas que poco a poco se convierte en una amistad, la historia maneja un subtexto sobre el racismo, relacionado con el color de piel de Elphaba.
Los números musicales son lo que más brillan, teniendo interpretaciones vocalmente majestuosas. Los números son espectaculares y todo el esfuerzo de producción se nota.
Sin embargo, Wicked carga con el mismo problema de muchas películas actuales de Hollywood: los efectos se ven mal. Esto se debe a una cuestión de falta de tiempo para realizar los renders con mejor calidad y detalle.
Una polémica que destacó con el estreno de Wicked fue el proceso de revelado y etanolaje con los archivos digitales, ya que contrario al technicolor, los procesos digitales mantienen una tonalidad grisásea en todas las imágenes; sin embargo, la pérdida de color no es tan notoria al ver la película, al menos no es tan diferente del look de la mayoría de los filmes actuales.
Otra problemática fue ser una historia dividida en dos partes, lo que más allá de beneficiar se siente como un alargamiento innecesario.
Aún así, Wicked cierra con un momento catártico e impactante cuando Elphaba se rebela contra el Mago y logra controlar todo el potencial de sus poderes. En el momento que logra controlar sus emociones, descubre una gran desilusión para su vida.
Wicked es un espectáculo musical y visual en varios momentos, divertida y alegre sin pretensiones, es excelente para cualquier persona que busca un musical clásico, pero si se espera algo diferente, resulta ser más de lo mismo… se corona con un final tan grande y catártico que casi nos hace olvidar que fue innecesariamente extendida para una segunda parte.
El dato
- Tanto la película, como el musical, están basados en un libro del mismo nombre.
- Para la caracterización verde de Elphaba, se utiliza un maquillaje especial, ChromaCake “Landscape Green” de MAC.
