Las provocaciones del teatro

Fue conocido por su estilo de vida disoluto y excéntrico

Las provocaciones del teatro
Fue conocido por su estilo de vida disoluto y excéntrico

A propósito de la función y utilidad del teatro, en esta ocasión quiero desarrollar el mismo tema, pero hablando sobre un autor que viene bien a cuento no sólo porque nació en septiembre (8 de septiembre de 1873), sino porque la ovación y repudio a sus obras son una demostración de las múltiples funciones de dicho arte.

Curiosamente, cuando hay una crisis en algún lugar, la representación de su obra adquiere vigencia y resurge para hablarnos con un lenguaje que todos entendemos. Me refiero al peculiar autor francés Alfred Jarry y su famosísima obra Ubú Rey.

Alfred Jarry fue dramaturgo, novelista y poeta, pero también fue conocido por su particular estilo de vida disoluto y excéntrico.

Su excentricidad lo llevó a fundar la pseudociencia conocida como patafísica. Padre Ubú —protagonista de la obra que lleva su nombre— fue  quien se volvió en el máximo exponente de la “ciencia de las soluciones imaginarias”.

La patafísica no pretende resolver problemas reales, sino problemas imaginarios, creando soluciones que desafían la lógica.

Ubú Rey aún es una obra que desafía toda lógica, pero lo fue más en aquella época donde el objetivismo científico y la cultura burguesa le abría paso a su hijo más fiel: el realismo.

Por ello, desde la primera línea del texto dramático, el personaje protagónico provoca al público exclamando: “¡Mierdra!” (sí, con esa “r” colada en medio de la “d” y la “a”).

Con esa palabra, el personaje de Padre Ubú preparaba a la audiencia para ser escandalizada por una obra fuera de lo común.

El título del texto es un guiño a la obra de Edipo Rey, del poeta griego Sófocles, sin embargo, la historia es una parodia grotesca de Macbeth, de William Shakespeare.

Ubú es una versión fársica de Macbeth, mientras que Lady Macbeth tiene la propia en Madre Ubú. Asimismo, el desafortunado Rey Duncan tiene lugar a través de Venceslao.

Por medio del engaño y la vileza, Padre Ubú alcanza el poder de Polonia y con tal de retener la corona, perpetra innumerables masacres y atrocidades. El pueblo al que somete únicamente se levanta en armas hasta que se presenta otro tirano igual de asesino para derrocar a Padre Ubú.

Según se tiene registro, la obra fue realizada con marionetas y la forma en que cobró Ubú en la representación -se dice- fue inspirada por una caricatura que hicieron él y unos amigos sobre un profesor de su colegio.

Del mismo modo que en la obra de Shakespeare, en Padre Ubú encontramos a un “personaje enajenado por su grotesca sed de poder y una enorme facilidad para banalizar el mal, convirtiendo sus propios actos en una farsa”. Por eso, Ubú Rey representa todo lo grotesco del mundo, todo lo que se rechaza socialmente.

Jarry decía que “Ubú es un ser innoble, y por ello se parece a todos nosotros”.

Si miramos hacia la historia de la humanidad del siglo XX, incluso del XXI, podemos encontrar la semejanza de la obra con todos esos actos atroces que la humanidad ha perpetrado y que, al igual que Padre Ubú, han encabezado terribles dictadores como Hitler, Stalin, Mao, Mussolini…

A través de este lenguaje complejo, rico de significados, Jarry asentó el camino para diversos movimientos artísticos.

El importantísimo director colombiano Enrique Buenaventura comentó al respecto que “Ubú es el origen de las grandes transformaciones producidas en el teatro contemporáneo. No sólo en el teatro, los movimientos dadaísta, surrealista, futurista, etcétera, levantaron el estandarte de Ubú”.

“En Ubú están en germen los planteamientos de Brecht, el grotesco desvertebrado de Ionesco, las tesis de Artaud, el simbolismo crudo y objetivo de Beckett y el fino y matemático grand guignol de Dürrenmatt […]”.

Brecht llevará hasta las últimas consecuencias esa mezcla feliz que vemos en Ubú de la crítica social más despiadada y de la más sustanciosa comicidad. Esta manera de desarrollar las relaciones sociales y dejar en su mecanismo escueto la maquinaria orgánica de la sociedad.

Para concluir, el teatro cumple con diversas funciones de acuerdo con el contexto en el que se le coloque. En este caso, si entendemos al teatro como una representación simbólica de la realidad, nos servirá en la medida de lo que nos muestre sobre la realidad misma.

A través de su obra, Jarry abrió caminos para diversos lenguajes de la imaginación que nos hablan desde y sobre lugares incómodos y escandalosos, porque nos muestran la futilidad de la existencia humana en un mundo sujeto a los caprichos de diversos Ubús que ostentan el poder. 

 

REFERENCIAS

Viar, J. (1 de febrero de 2024). Alfred Jarry, Ubú y la patafísica. Obtenido de Letras Libres: https://letraslibres.com/revista/alfred-jarry-ubu-y-la-patafisica/

Reyes, C. J. (1997). Buenaventura, Prólogo El teatro de Enrique. En E. Buenaventura, Teatro Inédito (págs. XI-XXXVII). Colombia: Imprenta Nacional de Colombia.

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