En un ejercicio de imaginación y convivencia, Manuel Ignacio Martínez Espinoza, del Programa Universitario de Gobierno (PUGOB) e investigador del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), volvió al momento fundacional de su carrera: el plantel Oriente del CCH, “donde sembré mis raíces académicas y, con ello, pude mirar con júbilo el sendero que he recorrido”.
La actividad “Raíces, senderos y jirones. Del CCH Oriente a la investigación politológica” se llevó a cabo en la sala 1 del Siladin y formó parte del ciclo “Las y los investigadores vuelven al bachillerato”, del Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales.
Manuel Martínez, quien se dedica a la investigación social y ha incursionando en cuestiones como el significado, construcción y senderos de la democracia, evocó aquel día cuando recibió los resultados del examen de ingreso al bachillerato de la UNAM. A pesar de la edad, sabía que estaba viviendo uno de esos vuelcos que cada persona tiene en su sendero de vida y que se quedan marcados de forma definitiva.
El también doctor en Procesos Políticos Contemporáneos, por la Universidad de Salamanca, España, subrayó que la academia es un espacio de búsqueda, de hallazgos, donde “no se llega, se practica; no es una institución sino una forma de andar por el mundo”.
En este sentido, alentó a los estudiantes a estar atentos a la pregunta inicial detonante que provoca una investigación académica; aquella que cuestiona lo normalizado, lo invisibilizado, lo que incomoda o inquieta tanto que hace que se tomen decisiones de vida con tal de encauzarla, pero que debe hacerse con sustento, agudeza y contundencia.
El académico dejó una reflexión al estudiantado: “si ustedes sienten la dicha de la búsqueda y el descubrimiento, no olviden que entre ustedes late una investigadora o un investigador en potencia, con sus propios miedos e intereses y su propia historia de vida, con su propio camino por recorrer. Lo que deben hacer para comenzar a ser una genuina investigadora o investigador es atreverse a dejar jirones de su alma en el camino”.
La charla concluyó con un intercambio de opiniones sobre el proceso de elegir carrera. Al respecto, Brenda Solórzano Velázquez comentó que le gustó la actividad porque estuvo orientada a tomar decisiones sobre lo que quiere estudiar a futuro. “El ponente habló mucho de lo que nos pasa como adolescentes, las inseguridades, cómo elegir un futuro, qué nos diríamos actualmente a nosotros mismos más pequeños en cuestión de decisiones. Fue abierto y te da confianza para preguntar, a que nos acerquemos”.
A Luis Enrique González le pareció muy interesante que sean exalumnos quienes, después de muchos años, vengan al plantel a aclarar dudas, “sobre todo de cómo elegir carrera, qué voy a hacer en el futuro porque al final es la decisión de tu vida y tener un espacio de confianza de poder acercarnos y exponer nuestras dudas se me hizo muy padre”.