El Test de Subida de Escaleras de Harvard o Test de Escalón de Harvard fue desarrollado por el doctor Jeremy Morris y sus colegas en la Universidad de Harvard en la década de 1940.
Este test fue uno de los primeros métodos utilizados para evaluar la capacidad cardiovascular y la resistencia física de una persona de una forma relativamente sencilla y estandarizada.
El estudio inicial investigaba la relación entre la actividad física y la salud cardiovascular. Desde entonces, el Test de Escalón de Harvard ha sido utilizado en numerosos estudios y ha sido adaptado y modificado en diversas formas para adaptarse a diferentes poblaciones y propósitos de investigación en el campo de la medicina deportiva, la fisiología del ejercicio y la salud pública.
En la prueba, los participantes suben y bajan una serie de escalones a un ritmo específico durante un periodo de tiempo determinado.
El número de escalones que pueden subir y bajar en un periodo de tiempo determinado se utiliza para estimar su nivel de condición física y su salud cardiovascular.
El Test de Subida de Escaleras de Harvard es una evaluación relativamente simple pero efectiva de la capacidad cardiovascular y la resistencia física.
Entre sus características principales se encuentra la evaluación de la capacidad cardiovascular, ya que el test está diseñado para evaluar la capacidad aeróbica y la resistencia cardiovascular de una persona.
Para su ejecución se requiere de un banco (escalones). Los participantes suben y bajan una serie de escalones a un ritmo específico durante un periodo de tiempo determinado.
Además, se establece un ritmo específico para la subida y la bajada de escaleras, lo que permite estandarizar la prueba y facilitar la comparación de resultados entre diferentes individuos.
La prueba tiene una duración limitada, generalmente entre 3 y 5 minutos, durante la cual los participantes suben y bajan escaleras continuamente.
De forma posterior, se registra el número total de escalones subidos y bajados en el tiempo especificado, lo que proporciona una medida cuantitativa del rendimiento físico de la persona.
Cabe señalar que el test puede ser adaptado para diferentes poblaciones y niveles de condición física ajustando el ritmo de subida y bajada de escaleras, así como la duración de la prueba.
El test ha sido ampliamente utilizado en investigaciones científicas para estudiar la relación entre la actividad física y la salud cardiovascular, así como en la práctica clínica para evaluar la condición física y la respuesta al tratamiento en pacientes con enfermedades cardiovasculares y otros trastornos relacionados.
En general, el Test de Subida de Escaleras de Harvard es una herramienta práctica y económica para evaluar la capacidad cardiovascular y la resistencia física en una variedad de contextos clínicos y de investigación.
Además de evaluar la condición física general, el test puede ser útil para identificar el nivel de condición física; establecer programas de ejercicio personalizados; evaluar la respuesta al entrenamiento físico; e identificar riesgos para la salud cardiovascular.
¿Cómo se realiza?
Para la realización de la prueba se necesita un banco (escalón) resistente con una altura de 50 centímetros (para varones) y 45 centímetros (para mujeres); metrónomo y cronómetro.
Para la ejecución de la prueba, el sujeto debe mantener la siguiente cadencia para las ejecuciones, dos segundos para cada ejecución completada (30 ejecuciones por minuto) durante 5 minutos.
La prueba se detiene al completar el tiempo requerido o con el cansancio, el sujeto no es capaz de seguir el ritmo o se retrasa 10 segundos.
Después, el sujeto debe tomar asiento y en reposo realizar tres tomas de pulsaciones (ppm), de 30 segundos cada una, del siguiente modo:
1 minuto después de finalizar se toma la frecuencia del pulso durante 30 segundos = Pulso P1.
2 minutos después de finalizar se toma la frecuencia del pulso durante 30 segundos = Pulso P2.
3 minutos después de finalizar se toma la frecuencia del pulso durante 30 segundos = Pulso P3.
Con todos esos datos, se aplica una fórmula matemática para ver la condición física de cada individuo basada en la recuperación del postesfuerzo.
La ecuación es: (100 x tiempo total del ejercicio en segundos) / (2 x (P1+P2+P3) siendo P la medición del pulso en P1, P2 y P3.
Existe una forma simplificada y práctica que puede hacer menos engorrosa la medición que es: (100 x tiempo total del ejercicio en segundos) / (5,5 x P1) donde solo se registra la pulsación al minuto de concluir la prueba.
Lo siguiente es la interpretación de resultados:
>90 Excelente.
80-89 Bueno.
65-79 Medio.
55-64 Débil.
<54 Mal.
Referencias de consulta:
Lopetegui Corsino, E. Prueba del escalón de Harvard. Disponible en: http://www.saludmed.com/LabFisio/PDF/LAB_F16-Harvard.pdf