María Isabel Cruz Rosas, alumna del plantel Oriente

María Isabel Cruz Rosas, alumna del plantel Oriente

La ganadora de oro en la Olimpiada del Conocimiento sugiere no ponerse límites

María Isabel Cruz Rosas, alumna del plantel Oriente
La ganadora de oro en la Olimpiada del Conocimiento sugiere no ponerse límites

“La UNAM, el CCH y yo” fue el título de un ensayo que escribió hace unos años para una de sus materias. Lo que para el resto de sus compañeros significó cumplir con una tarea, para ella fue escribir su plan de vida, ya que en él plasmó sus metas académicas; una de éstas se cumplió hace unos días, al recibir de manos del Rector de la UNAM la medalla de oro que obtuvo en la Olimpiada Universitaria del Conocimiento 2023, en el área que más le apasiona: la Biología.

Es María Isabel Cruz Rosas, estudiante de sexto semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Oriente, quien visiblemente emocionada compartió que se siente muy satisfecha con lo que ha logrado, ya que este resultado se suma a una serie de experiencias que ha podido vivir al ser cecehachera, como el hecho de realizar una estancia académica en la Facultad de Medicina, participar en la Feria de las Ciencias, en el Programa Jóvenes hacia la Investigación, en Olimpiadas del Conocimiento, también practicar el violín, danza contemporánea y árabe, defensa personal, entre otras actividades. 

“He logrado muchas de las metas personales, además de que he formado una familia con mis profesores y mis amigos. El CCH me ha impulsado a ser mejor persona y no sólo comprometerme conmigo misma sino con la sociedad, porque sé que soy parte del futuro del país, tengo este compromiso, también con la UNAM y con todos los que me rodean”, afirmó la joven.

Su gusto por la biología empezó a temprana edad y poco a poco fue aumentando su interés por conocer más sobre la naturaleza o el funcionamiento de los seres vivos; “participé en la Olimpiada porque quise poner a prueba mis conocimientos, cumplir con un reto más y representar a mi plantel en alguna competencia”.

Un desafío que implicó no desanimarse, puesto que ya había participado en la edición 2022, pero no logró un buen resultado; “fue en el 2023 cuando participé en la Olimpiada Cecehachera del Conocimiento y quedé como finalista, y entonces decidí volver a intentarlo y por fin tuve los resultados que tanto quise”.

Además de los conocimientos, esta experiencia, compartió, le dejó muchos aprendizajes personales, “como el no rendirme, el de siempre ir por más, el no conformarme con lo que tengo, pero también tener humildad, ya que muchos por el hecho de haber participado creen saberlo todo y la realidad es que no es así. Siempre debemos buscar el mejorar y seguir obteniendo conocimientos y nunca conformarnos”.

Explicó que tuvo que hacer algunos sacrificios, sobre todo en el aspecto social: “a veces dormía solamente dos horas justamente para prepararme y tener un buen resultado, porque no sólo era yo sino también era el esfuerzo de mis asesores, mi familia y amigos”.

Sin duda, dijo, es posible llevar las tareas de la escuela y otras actividades: “sólo se necesita tener un balance, aferrarse a lo que uno quiere saber, poner prioridades y también repartir los tiempos, ya que muchas veces podemos pensar que una actividad nos puede consumir más que otra, pero aquí entra la parte de la disciplina y también del saber lo que uno quiere, porque si no es así no sería posible”.

La estudiante comparte que conocer más sobre biología le ayudó a elegir a la medicina como su futuro profesional, de hecho, se visualiza en un futuro terminando la carrera y empezando su internado, o su especialidad en cardiología, neurología o pediatría.

“La ciencia biológica es un área del conocimiento que nos ayuda a saber el porqué de todo lo que nos rodea, de la preservación de nuestra especie, nos enseña a cuidar el planeta, pero no sólo a pensar en nosotros mismos sino también en las futuras generaciones, además de su relación con otras ciencias, por ejemplo la psicología, incluso en las ciencias sociales, permite entender el comportamiento de los seres humanos con el entorno”, explicó.

Para concluir, María Isabel, acompañada de sus familiares, profesores y amigos, invitó a sus compañeros cecehacheros a vivir la experiencia de la Olimpiada: “tenemos que marcar la diferencia, ir por más, no ponernos límites, sino avanzar y dejar nuestros miedos, incluso fallar es parte del proceso de ser mejor personas. Esta experiencia nos sirve para tener disciplina, para saber lo que queremos; no nos conformemos con lo que aprendemos en las materias, las competencias nos enseñan mucho más”.

 

“Ir por más, no ponernos límites, sino avanzar y dejar nuestros miedos”, recomienda María Isabel a sus compañeros.

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