The New York Times publica un artículo sobre la lucha que tienen los profesores para que los alumnos pongan atención (“Fight the powerful forces stealing our attention”, 2023, nov. 27), de Graham Buernet B, Alyssa Loh y Peter Schmidt, para esta problemática que enfrentan los docentes.
Algunas de las estrategias propuestas es llevar a pequeños grupos de alumnos a un parque local y ponerse a dialogar con ellos, por ejemplo, sobre cómo debería ser el mundo para vivir bien.
Consideran los autores que esta estrategia sería una práctica de la libertad, pues se puede dialogar en un lugar abierto al aire y los alumnos pueden moverse con mayor amplitud; ser libre es una de las más altas metas de la educación.
Pienso que parte del problema de la falta de atención, considerando el tema de la libertad, es que existen docentes que quieren captar la atención de sus estudiantes como hace 150 años, un modelo escolar que era más disciplinario y riguroso, queriendo que el alumno esté sentado mirando hacia el pizarrón.
Esto no es posible frente a la necesidad del joven de mayor actividad. Además, cada vez existe un enfoque más claro de que la enseñanza tiene que ser individualizada. Teniendo en cuenta que no todos los estudiantes aprenden igual y existe diversidad de intereses, quizá lo más conveniente es incorporar el aprendizaje en pequeños grupos.
La filósofa Danielle Allen señala: “hay que considerar al estudiante como una persona completa, pensando al estudiante en la totalidad de su ser y ayudándolo a navegar en el estudio, de acuerdo con lo que él necesita para crecer. Entonces, se puede ir descubriendo lo que a cada uno le apasiona, y revelar la voz de su talento, y la naturaleza de su más alto potencial”.
La meta de la educación, según Allen, no consiste en la estandarización, sino en presentar múltiples caminos para conseguir éxito. Es una propuesta holística que tendría que crearse para cada estudiante.
Allen considera fundamental pensar en la salud y la prosperidad de nuestro bienestar como comunidad, pues se necesita contribuir con talento y encontrar el camino para cada persona.
La filósofa señala que se debe crear un sistema escolar que restaure la alegría del aprendizaje, lo cual posibilita la formación de un buen ciudadano, que contribuya a la comunidad con su talento.
Sabemos que existe el problema de que muchos jóvenes sufren de ansiedad, señala Allen; entonces, tenemos que encontrar una sabiduría para ser creativos y conseguir un insight, es decir, impactar al joven para que se apasione por estudiar.
Considero que para abordar el problema de la ansiedad y de la apatía de los estudiantes, hay que tomar en cuenta la dieta de los jóvenes y de los docentes.
Sabemos que productos empaquetados como cereales de caja para desayunos, barras de snack o comidas congeladas son alimentos que constituyen un riesgo para padecer diabetes, obesidad, incluso cáncer, pero también producen depresión.
Estudios recientes ponen acento en estos productos, pues tienen efectos significativos en nuestra mente; esto aparece en el artículo “What ultraprocessed foods cando to the brain (Lo que los alimentos ultraprocesados pueden hacerle al cerebro)”, de Sally Wadyka, en The New York Times (2023, mayo 26).
Wadyka señala: “algunos estudios sugieren que la conexión entre comer productos ultraprocesados incrementa el riesgo de la merma en la capacidad cognitiva”.
Además, considera posible que al consumir un régimen saludable, rico en granos completos, vegetales verdes, legumbres, nueces, fresas, se reduce en un alto porcentaje los peligros de la demencia y la falta de atención en las clases.
Este artículo señala que “la dieta con fibra ayuda a una buena bacteria en el sistema digestivo, lo cual juega un papel importante en las funciones del cerebro. La fibra es necesaria para la producción de cadenas de ácidos y sustancias producidas en el sistema digestivo, de acuerdo con Wolfgang Marx”. Este autor advierte que las personas con depresión tienen menos composición benéfica en las bacterias de su intestino.
Es conveniente una dieta de productos procesados por el sol y sería muy benéfico para las funciones más inteligentes que se consuma trigo entero, fruta, huevos orgánicos, que contienen todos los aminoácidos que se requieren para un buen funcionamiento cerebral y procesar pensamientos lúcidos.
Además, ayudan a reflexionar y a conectarse con niveles muy profundos de la conciencia. Lo anterior da un apoyo holístico a los jóvenes, teniendo en cuenta la dieta y la función cognitiva, así como los aspectos de la psique.
Puede ser que la depresión también se deba a que las personas conectan muy poco con su alma, ya que según el filósofo P. Harpur: “nuestra alma anhela un significado profundo que ningún conocimiento científico puede ofrecer”.
Gran parte del problema de la depresión y del desánimo es porque el individuo no se conoce, y no obtiene gnosis, que es una experiencia de la divinidad como señala Harpur; esa sabiduría nos puede transformar radicalmente hacia una actitud vitalista, alegre, que nos encamine a cada uno a nuestra pasión y talento para contribuir con bienestar a nuestra comunidad.
Es necesaria un poco de magia en nuestros entornos, familiares, sociales, escolares. Hemos perdido también la conexión con los sentimientos y la mente, hemos perdido mucho del significado de la vida, al haber olvidado la sensibilidad romántica