Cuando tengo que hablar de mi genealogía literaria tengo que hablar de cine, dice

María Fernanda Ampuero

Cuando tengo que hablar de mi genealogía literaria tengo que hablar de cine, dice

María Fernanda Ampuero
Cuando tengo que hablar de mi genealogía literaria tengo que hablar de cine, dice

“Yo siempre fui lectora, yo creo que ha sido eso mi gran profesión. Mi gran actividad de la vida de lo que yo más he hecho, supongo que aparte de dormir, en mi existencia, ha sido el leer”, confiesa la escritora ecuatoriana María Fernanda Ampuero.

“Fui una niña un poco extraña, como fantasiosa, poco como muy atravesada por la ficción, por la fantasía, por las historias, por los cuentos de hadas, entonces ya desde muy niña a mí la literatura me había atrapado y fui una adolescente muy solitaria, fui un adolescente que no era convencionalmente atractiva ni convencionalmente popular”, añade.

En entrevista virtual con motivo del Segundo Festival Cultural del CCH, la también periodista señaló que cuando estaba en el bachillerato realmente no sabía muy bien si la escritura era una carrera. Recuerda que estudió Filología porque le parecía que era la única carrera en la que podía estar mientras decidía qué hacer con su vida.

“De los libros que recuerdo leer cuando era jovencita recuerdo que me causó mucha impresión El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde, que lo recomiendo mucho en realidad todos los cuentos de Oscar Wilde fueron como muy importantes para mi; luego vino El retrato de Dorian Grey, que también fue increíble. Recuerdo que mi hermano y yo descubrimos muy pronto que las películas de terror que nos gustaban mucho a veces estaban basadas en libros. Eso fue un descubrimiento para mi hermano y para mí increíble, ¿no? Cómo un producto artístico puede ser otro producto artístico, era muy raro”, señaló.

Mi generación es  producto de cine y yo tengo que reconocer que cuando tengo que hablar de mi genealogía literaria tengo que hablar de cine también y lo único que lamento es que en mi genealogía literaria faltaron muchas mujeres. Eso lo tuve que ir reparando con el tiempo y siendo muy consciente de que todo estaba muy pensado para hacer brillar a los hombres.

A los chicos que quieren escribir, pero se sienten temerosos, la escritora les da un consejo:

Tienen la posibilidad de subir sus cosas a internet, existe el Whats por ejemplo y un montón de apps en la que tu escribes, eres escritor, escritora. Nadie tiene que darte el permiso, te expresas y como lo hagas no importa, siempre tienes ahí el lugar y tu espacio en esa inmensísima página que es el internet.

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