En el poemario Perras se resignifica dicha palabra que, coloquial e históricamente, se ha utilizado para denigrar a las mujeres fuertes, cuando ser una perra es ser fiel, cariñosa, defender a los tuyos, no dejarte de las injusticias, sobre todo del patriarcado y de la misoginia, subrayó su autora, Zel Cabrera, ante los cecehacheros del plantel Sur.
De este modo, ser una perra, no está del todo mal, cuando eso significa poner límites, defenderte, alzar la voz, no quedarte callada ante la injusticia, expresó la también periodista y becaria del Programa de Jóvenes Creadores del FONCA de 2017 al 2018, durante la charla que sostuvo con la comunidad estudiantil en el cierre del Segundo Festival Cultural del CCH.
“En estos tiempos tan aciagos y convulsos ser una perra está bien, porque eso hace que nos demos cuenta cuando alguien está abusando de nosotros de manera física, sexual, económica o intelectual. Desafortunadamente, tenemos tantas violencias normalizadas, interiorizadas que no nos damos cuenta, lo que propongo es un poco jugar con esta palabra que siempre se ha usado para ofender a la mujer fuerte y valiente”.
Esta metáfora, precisó, viene mucho de la gran influencia que ha tenido de Sandra Cisneros, escritora, poeta y novelista estadounidense, cuyos textos se leen en el bachillerato en Estados Unidos, más que en México, dijo.
En realidad, todo lo femenino posible cabe en este libro, explicó; “me propuse que así fuera, por ejemplo, pensamos en uno de los temas, que quizás hoy ya está comenzando a hablarse en diversos espacios, como son poemarios, novelas, ensayos, canciones, estudios. Se trata de la menstruación, en mis tiempos, era un tabú, espero que ya sea visto como un proceso natural del cuerpo humano femenino”.
En este sentido, la Premio Nacional de Poesía Tijuana 2018 se congratuló de acercarse a los públicos jóvenes, ya que me hacen creer que otro futuro posible, que hay otras maneras de nombrarnos.
La colaboradora en medios, como Tierra adentro, Este País, Casa del Tiempo, entre otros, destacó que este es el tiempo de las mujeres y hay que hablar de todo esto. “No es un poemario feminista sino femenino, de lo que no nos permiten decir”, expresó.
Al referirse a qué tipo de lector va destinado, la poeta señaló que le gustaría que llegara a más lectores varones. La charla finalizó con la lectura de algunos de sus poemas y varias selfies con los estudiantes, quienes se interesaron en conocer más sobre su producción literaria.