Los numerosos libros de su padre le permitieron entablar ese diálogo pospuesto en vida, un ejercicio literario que culminó con Dios fulmine a la que escriba sobre mí, título de su obra más reciente y que compartió con estudiantes del plantel Oriente, como parte de las actividades del Segundo Festival Cultural del CCH.
Narradora, traductora y ensayista mexicana, Aura García-Junco toma esa parte íntima de su vida, la relación conflictiva con su padre y su muerte, para llevarla por los caminos de la narración y vivir de este modo su duelo; fue intentar comprenderlo sino era siempre luchar con su fantasma, señaló la joven escritora.
La también becaria en el Programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), y por la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM), recordó la relación familiar que sostenía con su progenitor y el fuerte compromiso que él tenía con promover la cultura y la literatura.
Describió que Pascal –su padre–, como era conocido en la Ciudad de México, siempre asistía a todas las convenciones de cómics, organizaba conciertos del movimiento oscuro, de cultura alternativa; era un tipo excéntrico y buscaba siempre acercar la literatura de diferentes maneras, invitaba a artistas del performance, hacia fanzines muy baratos de autores famosos y fue un gran difusor de la literatura.
Fue precisamente ese acercamiento al mundo de su padre, a través de los libros que le heredó, que se lleva a cabo una conversación repleta de cuestionamientos, dudas, reclamos, de algún modo para entenderlo más. “De hecho, de algún modo es como mi reality show, al hacer un registro del proceso del duelo confronté muchas cosas, pero ya no me molestan”, comentó la autora.
Al referirse al proceso de la escritura, explicó a los estudiantes cecehacheros que se puede empezar como sea, “incluso un diario es escritura, un email a modo de carta es escritura, una carta, etcétera. Un diario no tiene necesariamente una finalidad literaria, pero es una especie de entrenamiento para hablar a través de palabras escritas”.
“Yo empecé a escribir cuando era adolescente, un par de cuentos, pero fue más tarde cuando me pareció que era un medio interesante por explorar, pero yo creo que cualquier experiencia de escritura cuenta, no necesariamente tenga que ser un cuento o novela o poema”, dijo García-Junco.
De este modo, la escritora recomendó que la mejor manera de escribir es escribiendo, así como integrarse a talleres de escritura, lo cual ayuda a conectar con lectores, editoriales, de manera que se siga escalando; te leen y lees a otros.
Finalizó compartiendo que siempre es un poco terrorífico publicar, pues siempre está la inquietud de quién te leerá, o si te van a odiar, al final publicar es exponerse uno mismo; no obstante, habrá quien te lea con mucho amor, y esto compensa todo.