Detrás de un libro existe un equipo de profesionales que trabajaron coordinadamente para dar vida a una propuesta literaria clásica o contemporánea, parte de esta labor acuciosa es la que dieron a conocer a la comunidad cecehachera Susana Figueroa y Eréndira Guzmán, ambas editoras y traductoras del Fondo de Cultura Económica (FCE).
En el marco del Segundo Festival Cultural del CCH, los estudiantes del plantel Vallejo conocieron brevemente algunos de los aspectos que los editores consideran para que se publique un texto, en particular, se enfocaron en títulos dedicados a los niños y jóvenes, que es el área a la cual se dedican las expertas.
De este modo, la charla estuvo plagada de libros como ejemplos, mismos que fueron vistos con curiosidad por los estudiantes, quienes compartieron sus aficiones entorno a las temáticas, como son la ciencia ficción, el terror, o la fantasía.
“Parte de nuestro trabajo es elegir un texto; nos llegan muchos catálogos de otras partes del mundo o bien somos nosotras quienes asistimos a ferias editoriales en otros países, de manera que podamos captar qué es lo que se está publicando actualmente”, dijeron las editoras.
“Buscamos temas para acercar a los jóvenes y seleccionamos lo más atractivo; después inicia un proceso de traducción y de ilustración, y otros más, para tener finalmente el texto en las manos”, revelaron a los jóvenes.
Asimismo, las editoras comentaron que para publicar un libro se realizan reuniones con el equipo de trabajo y se discuten los motivos por los cuales debe ser publicado.
Después, inicia el proceso de edición, traducción, ilustración, “ésta última es una herramienta muy utilizada, sobre todo porque como generación estamos acostumbrados a la imagen; nos han dicho erróneamente que los libros ilustrados son sólo para niños, cuando son para todo el mundo”, detallaron.
Al respecto, señalaron que el FCE cuenta con una colección que se llama A través del Espejo, donde se incluyen libros de historias entretenidas: thrillers, de ciencia ficción, terror, romance, con una voz cercana a los jóvenes, es decir de manera ágil.
Como ejemplo, señalaron que se acercaron a la obra de Amparo Dávila, autora mexicana que escribió cuentos fantásticos, oscuros.
“Siempre detrás de la ficción hay una crítica social a la cual hay que ponerle mucha atención; la admiramos y la buscamos y le preguntamos si quería que hiciéramos una selección y finalmente buscamos un ilustrador, al final fue Santiago Caruso, quien desarrolló conceptos y bocetos para esta obra. Cabe señalar, que un editor debe tener un diálogo directo con los ilustradores”, revelaron.
Para concluir la charla, las especialistas invitaron a los cecehacheros a que se acerquen a las diferentes colecciones enfocadas a los jóvenes, mismas que han sido producto de una labor detallada tanto en el texto como en su formato y diseño, no sin antes obsequiar diversos ejemplares.