El tema de la violencia fue uno de los ejes de las actividades

Arte y ciencia

El tema de la violencia fue uno de los ejes de las actividades

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El tema de la violencia fue uno de los ejes de las actividades

La séptima edición de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia concluyó este 21 de mayo después de nueve días de eventos en los que se realizaron más de 80 actividades, con 109 funciones y la participación de 470 personalidades invitadas, entre artistas, ponentes e investigadores, de seis países.

En esta ocasión, la temática estuvo dedicada a la violencia y la cultura de la paz, en la cual se llevaron a cabo espectáculos de danza, teatro y perfomance, exposiciones, conciertos, jornadas, conversatorios sobre cuestiones de ciencia, arte, humanidades entre otros.

La inauguración del festival estuvo a cargo de la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez; el director artístico fue el productor y guionista Juan Ayala, y la curaduría fue obra del novelista José Gordon.

 

Actividades destacadas

En el primer día de trabajos, la neurocientífica Laura López-Mascaraque presentó la conferencia inaugural “El mal tiene un olor inconfundible”, en la que consideró que se trata del sentido más primitivo, que se comunica directamente con el cerebro y dispone de la capacidad de evocar imágenes y sensaciones al formar parte del llamado cerebro emocional.

Además, la especialista destacó que la pérdida del olfato puede ser un síntoma de alerta para detección de enfermedades neurodegenerativas, así como que es necesario ejercitar nuestro cerebro mediante este sentido, aclaró que es una actividad que puede realizarse a cualquier edad, aunque mientras más joven mejor. “Mientras perdemos el sentido de la vista o del oído, el olfato es el único en que tenemos neuronas regenerándose”.

Con motivo del festival, en las Rejas de la Milla de Casa del Lago se montó la exposición de carteles Imagina un mundo sin ejércitos: por la Desmilitarización, conformada por 21 piezas elegidas en un concurso convocado por distintas instancias universitarias.

Cinthya García, directora de este recinto universitario, compartió que el público podrá conocer propuestas elaboradas por estudiantes de distintas instituciones con mensajes visuales en contra de la guerra y el armamentismo. Los carteles estarán en exhibición hasta el 13 de agosto y después se presentarán en otras instancias universitarias.

En una charla virtual, el reconocido psicólogo Philip Zimbardo habló sobre la violencia y la maldad: “La gente buena no hace cosas malas de repente, sino pequeñas acciones que van cruzando la línea entre la bondad y la maldad. Es decir, se ubica en una pendiente que va de lo no tan malo a lo malo”.

El especialista estadounidense también refirió sobre el famoso experimento que dirigió en la Prisión de Stanford, cuyo propósito era demostrar qué tan fácil las personas buenas hacen cosas malas, y el cual tuvo que suspender, ya que los participantes extralimitaron sus roles de prisioneros y guardias, y al cabo de seis jornadas, “cinco chicos no resistieron más”.

Jimena de Soto, promotora de hip-hop y mejor conocida como Ximbo, ganó el primer lugar en la segunda edición del Concurso de Canción Feminista, en el marco de este Festival, gracias a su canción No me importa, un bolero entretejido con algunos versos con flow, cuya temática gira alrededor del final de una relación tóxica.

La cantante agradeció el reconocimiento y mencionó que para ella “es ponerme en una situación súper vulnerable, tanto por el género musical como por decir, después de 30 años de hacer música, voy a entrar a concurso”. El jurado estuvo compuesto por tres músicas que la eligieron a las tres ganadoras de entre 57 participantes de Chile, Perú, Argentina, Colombia, España y México.

En la conferencia magistral “Coherencia cerebral y paz interior”, el doctor en psicología Frederick Travis expuso que en buena medida el problema de la violencia radica en la mente y puede resumirse en que “sin paz interior, no hay paz exterior”. Explicó que el problema tiene que ver en que las personas reacciones ante las situaciones y hacia los demás, y que depende de factores emocionales que tienen una raíz fisiológica.

Travis ha estudiado por décadas la meditación trascendental, que, refirió, permite que emerja un silencio mental natural. Este proceso requiere de técnicas, disciplina y la guía de un maestro, además, es distinta a otras formas de meditación al desarrollar la naturaleza de la mente. “Y ésta es expandirse. Es decir, trascender, lo que significa estar contacto más allá de uno mismo, con el otro, con lo que sucede afuera”.

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