jornada académica con el pueis

continúa jornada académica con el pueis

Toda actividad humana tiene impactos en él, advierte experto

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Toda actividad humana tiene impactos en él, advierte experto

Actualmente, el humano conoce el 80 por ciento de las plantas que hay en el mundo, pero sólo el uno por ciento de la biodiversidad que hay en los suelos, aseguró Leopoldo Galicia Sarmiento, investigador del Instituto de Geografía, para quien es muy importante hacer más investigación al respecto para conocer los microorganismos que se desconocen e identificarlos..

Al ofrecer la conferencia “El suelo como sustento de vida”, en el marco de la Jornada Académica Suelo fuente de nutrientes para las plantas, el doctor Galicia recordó que “el suelo es un sistema complejo y es el resultado de la interacción con otros elementos como el clima, la biósfera y la litósfera, y estos procesos van determinando sus características que muchas veces son únicas.

También es un componente  biológicamente activo, pues es una maquinaria biológica que  genera procesos, funciones, y beneficios, añadió el experto, quien detalló que el suelo es un componente del planeta Tierra, cuya vida depende de cuatro elementos: atmósfera, hidrósfera, litósfera y biósfera, donde se ubican todos los organismos vivos, incluidos los microorganismos que están en el suelo.

El suelo, abundó, también puede ser considerado por sí mismo como un sistema integrador que regula las entradas y salidas de agua, de energía y nutrientes y eso es fundamental para el entendimiento de los ecosistemas. 

Para el integrante del Sistema Nacional de Investigadores, quien participó en el marco de la colaboración del plantel Sur con el Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS), es importante entender la complejidad del suelo, que es sustento de muchas cosas de la vida, por lo que su estudio necesita un enfoque multidisciplinario.

El desafío de los servicios ecosistémicos es resolver muchas problemáticas en México como la salinización de los suelos, acidificación, erosión, contaminación, desertificación, pérdida de la fertilidad, inundaciones, deslizamientos, seguridad alimentaria, disponibilidad del agua y pérdida de biodiversidad.

“Tenemos que trabajar en ello, conscientes de que si restauramos el suelo, restauramos la biodiversidad”, aseveró. 

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