Profesores y jóvenes combinan recursos

Se adaptan y buscan formas de conectarse para seguir sus labores académicas

Profesores y jóvenes combinan recursos
Se adaptan y buscan formas de conectarse para seguir sus labores académicas

El CCH, como el mundo entero, enfrenta quizá uno de los mayores retos de su historia, pero no se detiene; como la institución fuerte que es, busca soluciones y se adapta para encarar el desafío de seguir cumpliendo con su misión: la formación integral de los jóvenes. Esta pandemia que tiene confinada a la comunidad universitaria será superada y, entonces, el CCH estará ahí, erguido gracias al esfuerzo de cada uno de sus integrantes, desde el rector Enrique Graue y todos los funcionarios de la Universidad, los directivos del Colegio encabezados por su director general, Benjamín Barajas Sánchez, hasta los secretarios, catedráticos, trabajadores administrativos y, fundamentalmente, sus alumnos, el futuro del país.  En el marco de este esfuerzo conjunto, el maestro David Placencia Bogarín afirma que las clases a distancia representan un reto para profesores y alumnos; los primeros, por preparar diferentes tipos de actividades y enviárselas a los estudiantes, los segundos, por el empleo del tiempo para realizar las actividades.  él ha sido grata la experiencia, aunque sigue creyendo que la mejor manera de impartir una clase es en forma presencial, pues todavía no se desarrollan las herramientas necesarias para que sea más fluida la sesión, “pero el poder tener esta oportunidad me llena de beneplácito, pues tenemos la oportunidad de continuar trabajando en nuestro programa. Creo que en el futuro se van a desarrollar nuevas herramientas que nos van a permitir establecer mejores mecanismos para dar clases a distancia”. El maestro José Luis Méndez Becerril consideró que los principales retos de la educación a distancia son lograr comunicar a los jóvenes de forma eficiente la continuidad de las actividades y hacerlos responsables de su involucramiento en clases y tareas.

“Para continuar con las actividades académicas en estos momentos, primero habría que resolver la comunicación con los alumnos. Se asume que las TIC por sí solas lo resuelven todo de forma eficiente y eso es impreciso. Por las características de la población estudiantil de nuestro Colegio hay que considerar retos de acceso a internet, dispositivos de comunicación, alfabetización digital y hasta de infraestructura”, dijo el docente de Matemáticas I a IV.

En tanto, Dagmar Embleton Márquez, de idiomas, señaló que “para organizar el trabajo a distancia decidí comunicarme con mis estudiantes y acordar horarios para hacer reuniones por WhatsApp, allí hemos podido practicar diálogos, deletreo y revisar tareas”. Reconoció que, en realidad, no ha sido una tarea fácil, ya que hay una serie de factores que impiden el desarrollo del curso de manera efectiva. Unos tienen que ver con los chicos y otros son de índole tecnológica. El maestro del Área de Talleres Javier Ruiz Reynoso afirmó que antes de la contingencia ya había establecido un grupo de WhatsApp con sus alumnos para llevar a cabo trabajos, “fue una nueva forma de conectarnos y ha funcionado. Ha sido provechoso, trato de motivarlos para que vean esto como parte de su formación”. Martha Patricia Barragán Solís, profesora de Historia de México II e Historia Universal, afirma que es necesaria la actualización docente, así como la implementación de herramientas digitales en la enseñanza para adaptarse a las nuevas generaciones. El alumno Manuel Enrique Bolaños compartió: “He tomado varias modalidades de clases, en línea sólo Francés; me adapto bastante bien, pero una amiga me comentó que a ella se le ha complicado porque no tiene recursos para pagar la señal”.

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