La cancelación de una estampilla postal significa que quedará en la memoria de las y los mexicanos una efeméride muy significativa para la Universidad, para el Colegio de Ciencias y Humanidades y para la historia de la educación en nuestro país: el 50 aniversario del CCH, así lo expresó el Secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, durante la ceremonia con la cual da inicio la distribución en el país y en 191 naciones de la estampilla conmemorativa.
La creación del Colegio planteó un nuevo Modelo Educativo, cuyos tres objetivos principales siguen siendo más válidos que nunca, pues así lo puso en evidencia la crisis sanitaria, que obligó a migrar a la modalidad a distancia a todos los sistemas educativos de la Universidad, del país y del mundo, afirmó el funcionario ante los asistentes al Salón de Actos del Palacio de Minería, el pasado 22 de noviembre.
Por lo que llamó a que hoy, más que nunca, se cumplan dichos principios en la formación de los estudiantes, ya que se ha descubierto lo importante que es en el bachillerato que el joven aprenda por sí mismo, que se inicie en la investigación, desarrolle la creatividad y asuma un compromiso social.
En este sentido, felicitó a todos los que han pasado por el CCH (51 generaciones) y a los que actualmente están inscritos; a sus profesores fundadores y a quienes imparten clase, así como a sus trabajadores. “Han sido 50 años muy fructíferos, 50 años de construir un nuevo Modelo Educativo que, sin lugar a duda, tiene mucho que aportar a la educación de México y al mundo del siglo XXI. A través de las necesarias revisiones de sus planes y programas de estudio, el Colegio ha mantenido la validez y refrendado el compromiso y la visión de sus fundadores”.
Para finalizar, recordó al exrector Pablo González Casanova por su visión al crear el Colegio de Ciencias y Humanidades.
Logros alcanzados
Al hacer uso de la palabra, el Director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, destacó que la ceremonia es un motivo de orgullo y una magnífica oportunidad de difundir en el país y en diversas naciones del extranjero el Modelo Educativo del Colegio. “Es el cierre con broche de oro de un año de festejos del primer cincuentenario, que incluyó dos ceremonias solemnes, así como la realización de diversas publicaciones, programas de radio, televisión y videos, con la entusiasta participación del profesorado y del alumnado, aun a la distancia”.
Y es en este contexto que el Colegio valora los logros alcanzados, indicó, “como son la actualización de sus programas de estudio (1996, 2003 y 2016), el sensible aumento del aprendizaje y el egreso, su liderazgo en el ámbito del bachillerato nacional, la consolidación de los programas de formación integral de los alumnos, de formación docente y de investigación educativa, del conocimiento y uso de las nuevas tecnologías, entre otros avances”.
Y en particular, en el contexto de la pandemia, recalcó que el Modelo Educativo pudo sortear los desafíos gracias a las prácticas educativas basadas en sus principios pedagógicos (Aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser), resignificados con el perfil de profesores y estudiantes.
“Al cumplir estos 50 años, el Colegio tiene muchos motivos para agradecer a nuestro fundador don Pablo González Casanova, y a todo el equipo de brillantes universitarios que lo acompañaron en el proyecto de creación del CCH; a las y los docentes fundadores y a quienes están actualmente en servicio, les agradecemos todo lo que han hecho por esta magnífica dependencia universitaria; a los trabajadores, a los alumnos y alumnas, a los cuerpos directivos y en general a todos los que han contribuido a que el CCH sea lo que hoy es. Y desde luego, también reconocemos el invaluable apoyo de las autoridades centrales universitarias, al señor Rector Enrique Graue Wiechers”.
CCH, es y será la casa de jóvenes
Durante su intervención, la titular del Servicio Postal Mexicano, Rocío Bárcena Molina, destacó el honor de formar parte de dicha conmemoración, mediante la emisión de una estampilla postal que es, explicó, un embajador cultural; son “pequeñas obras de arte que quedan plasmadas en miles de cartas y paquetes y que a partir de hoy recorrerán todos los rincones del país y en 191 países del mundo, éste incluye el escudo y el espíritu de un Colegio que le dio vida a muchas generaciones”.
Por lo que “hoy tengo la dicha de celebrar con ustedes los 50 años de la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades, que marcó un cambio en la historia de la educación de este país, sin el CCH México no sería lo que es hoy. Un Colegio que ha sido y será la casa de los jóvenes, afirmó.
De esta manera, precisó, el cancelar una estampilla significa poner un sello, un marca- sellos rojo que le da certeza del lugar y fecha en que fue emitido, hoy en 2 mil 200 municipios del país ya están las estampillas del 50 aniversario del CCH y a partir de mañana 23 de noviembre se podrán adquirir. Además, formarán parte de las colecciones que hay en el mundo postal. Son 200 mil estampillas y se podrán adquirir también por vía electrónica.
Producto del 68
Por su parte, el exsecretario general del Colegio, Ernesto García Palacios, hizo referencia al momento histórico en que se dio el nacimiento del Colegio de Ciencias y Humanidades, en 1971. Una época que se caracterizó por su contexto social, educativo, político y cultural muy particular; en medio de una efervescencia nacional e internacional donde los jóvenes cuestionaban la riqueza puesta en unas cuantas personas; en México se hablaba de una gran desigualdad social, se registraba una crisis en el campo y había una boyante migración hacia las ciudades, a la par de que se presentaba un crecimiento demográfico.
En este sentido, era apremiante dar cabida a la cantidad de jóvenes que exigían espacios educativos y laborales. Recordó la anécdota de la reunión entre el entonces rector de la Universidad, Pablo González Casanova, con el presidente electo, Luis Echeverría Álvarez, en la que el primero exponía la urgencia de atender a los más de 15 mil alumnos de secundaria que estaban por egresar, por lo que demandó: o se generaban el mismo número de empleos o se creaban los lugares para bachillerato, a lo que Echeverría respondió que se crearan escuelas; posteriormente, se aprobaría el proyecto del Colegio.
Debido a este contexto, señaló el académico, se dice que el CCH es producto del 68, acontecimiento que estuvo precedido por otros movimientos sociales previos, como lo de los mineros, telegrafistas, médicos, ferrocarrileros, entre otros, y que más tarde llevó a observar distintas corrientes ideológicas y políticas entre los docentes que impartían clase en el recién creado Colegio, lo que provocaba discusiones interesantes.
Aprendizaje de la realidad
En su intervención, Rocío Carrillo Camargo, secretaria Administrativa del CCH, expuso brevemente los motivos de la creación del Colegio, la cual se caracterizó por ser una propuesta educativa que aspiraba a transmitir un sentido de aprendizaje de la realidad, ya que se buscaba que “el alumnado adquiriera cualidades básicas que lo acompañaran en su vida, en su formación y en su desarrollo laboral en tres líneas fundamentales: Aprender a ser, que significa el gobierno de sí mismo; Aprender a aprender, que señala el investigar, indagar, consultar, pensar y proponer como meta; aprender a hacer.
