¡Ya no hay marcha atrás!

Después de la manifestación del 8m y de el 9 nadie se mueve hay que entrar en acción

La UNAM debe asumir un papel fundamental para lograr la equidad de género

Después de la manifestación del 8m y de el 9 nadie se mueve hay que entrar en acción
La UNAM debe asumir un papel fundamental para lograr la equidad de género

Las universidades de México deben jugar un papel protagónico en el proceso para erradicar el machismo, asegura Ana Buquet, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, “transformando sus condiciones internas de desigualdad y violencia de género y educando a las nuevas generaciones en el principio inalienable de la igualdad sustantiva entre las mujeres y los hombres. La Universidad Nacional debe estar en la vanguardia de estos cambios”. En este sentido, a nivel de escuela, la estudiante del plantel Vallejo Paulina Hernández Castillo expresó que es importante que las y los estudiantes empaticen, que los responsables jurídicos se hagan cargo y sancionen a los profesores y alumnos acosadores; que la escuela brinde talleres informativos para erradicar el machismo.

“Afortunadamente la mayoría de las jóvenes apoyan al movimiento y hablan acerca de estos temas en sus aulas, esto ayuda a informar a quienes no están relacionados con el tema”. Un debate argumentado, ante todo, como lo señala la profesora Leticia Flores Farfán, de la Facultad de Filosofía y Letras: “La indignación y el coraje no pueden obnubilarnos a tal punto que no podamos diferenciar las violencias machistas para dar paso a la construcción de estrategias pedagógicas, culturales y de política pública que atiendan desde el hostigamiento y el acoso en la dinámica escolar hasta los feminicidios.”

Voces cecehacheras

Al respecto, docentes y estudiantes opinan que todo lo dicho tiene que llevar a la acción. Para la maestra María de Lourdes Romero Miranda, del plantel Sur, “lo que tendría que seguir sería el castigo real para quien cometa estas faltas, acatar reglas, normas. Tenemos que lograr en el salón de clases, que hombres y mujeres estén a la par”. Es importante concientizarnos sobre la situación de violencia que viven las mujeres, afirma el alumno Salvatore Martini Chávez, del plantel Vallejo, “que se tomen medidas para que se erradiquen el acoso, el feminicidio, las violaciones, desapariciones, etcétera.” Por su parte, el profesor Javier Galindo Ulloa, del plantel Vallejo, señaló como urgente la inclusión de la perspectiva de género, que se generen mayores oportunidades para las mujeres, sea laboral, educativo, u otros, pero sobre todo que se le respete, que desaparezca el acoso, y que ellas expresen sus derechos. También es urgente que el Estado las escuche, porque aún existe un sistema patriarcal, tanto político como social; que se fomenten los valores desde la familia, y en la Universidad se impulse una reforma en este ámbito. Después de la marcha violeta, señaló la maestra Edith Jardón Flores, del plantel Oriente, “se tendría que caminar hacia políticas públicas en torno a las situaciones que viven las mujeres, en seguridad y demás escenarios”. Para la alumna Danna Ledesma Altamirano, del plantel Vallejo, es imperante que las autoridades, el gobierno, escuchen y sean empáticos con las exigencias de las mujeres, que “nos cuiden como a sus monumentos, que no den carpetazo a los casos de mujeres desaparecidas, que nos tomen en serio y nos crean;  solamente queremos ser libres, sin miedo a ser acosadas, violadas, asesinadas; esperamos libertad y justicia, porque los agresores quedan impunes”. Lo que tendría que pasar, resaltó el maestro Raúl Arnoldo Romero Azuela, del plantel Sur, es que más de un hombre cuestione lo que por costumbre dice y hace. Cinthya García Leyva, directora de la Casa del Lago, Juan José Arreola, cuestionó:  “¿Hay algo más potente que engarzar una marcha de voces de miles de mujeres con un paro que va hacia el silencio?, ¿hay algo que formule más unida, constelación de voces organizadas, que un contraste así, un 8 de marzo gritante, urgentemente gritante, y luego un 9 de marzo silente, radicalmente silente?”. Y concluye que lo acontecido puede ser el comienzo de la escucha, de reflexionar y de actuar.

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