Ana María Córdova Islas, del Área de Ciencias Experimentales del plantel Naucalpan, con 48 años de antigüedad, obuvo el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por su amplia trayectoria y labor docente. “Me siento muy agradecida con la Universidad, por mis compañeros, pero, sobre todo, por mis alumnos, porque ellos significan la función principal y lo más importante del Colegio, no son los directores, maestros, nadie, son los estudiantes. Para mí el objetivo principal es formarlos.”
La destacada docente relató que se incorporó cuando una amiga le pidió acompañarla: “vamos porque están formando un Colegio de Ciencias y Humanidades, allá por 1971 o 72, me entrevistaron e ingresé también, me quedé y ya nunca me fui. El Colegio es como una droga, una vez que entras ya no se puede saliry cada vez te comprometes más, me gusta mucho su metodología, primero estuve en Vallejo, como cuatro años.
“He dado clases en el Tecnológico de Monterrey, en el Instituto Politécnico Nacional, pero no cambio a mis alumnos del CCH por nada, ellos están aquí porque quieren, ya saben que van a estudiar, en las particulares parece que los obligan, los de aquí son buenos, nobles. Desde el inicio les platico cómo será la clase, las reglas, que ellos mismos establecen y anotan para recordarlas (no fumar, no celular, respeto a sus compañeros) hablamos del programa y de valores, cuáles consideran importantes y los comentamos.
“Vienen a verme exalumnos y me dicen ‘maestra no sabe cómo me ha servido lo que aprendí con usted’. Mi objetivo en este curso es hacer conciencia del cuidado del planeta.”
Córdova Islas estudió Químico Fármaco Biólogo, Médico Alternativo (Fisiatra) y Administración, fue jefa del Laboratorio Central, secretaria académica y coordinadora de área; le publicaron en España el libro Soluciones, sobre sustancias, el cual ha sido retomado por laboratoristas y tiene varias actualizaciones, ha dirigido tesis de maestría, habla inglés, francés y alemán. Ha impartido Biología de I al IV, Química de I al IV y Física. “Siempre me gustó todo lo del cuerpo humano, cuando empecé a dar clase me di cuenta que era lo mío y lo otro, curar a los enfermos.” Señaló que le preocupa el coronavirus: “En cuestión de virus estamos en pañales, se les considera seres vivos porque tienen ADN y mutan continuamente, y ya es otra cepa y otra, no se reproduce, se multiplica. En nuestro país hay poca asepsia y cuidado.”
