El Programa de Intervención Breve para Adolescentes (PIBA), creado por Kalina Martínez Martínez, investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, será el primer paso significativo en la prevención de adicciones entre jóvenes del Colegio de Ciencias y Humanidades, “una manera más segura de entrar a un terreno bastante complejo, no de manera espontánea, sino metódica”, afirmó Dolores Esperanza Peñaloza Castro, coordinadora del Programa Estilos de Vida Saludable (Proesa) del CCH.
Preocupados por dar respuesta al problema de ingesta de alcohol entre jóvenes del Colegio, se investigó y se encontró el PIBA, el cual ha mostrado tener buenos resultados en términos generales, no es para casos de adicciones, es un programa de atención temprana para prevenirlas, comentó la académica.
Además, detalló, cuenta con una aplicación para dispositivos móviles, la cual es resultado de más de 20 años de experiencia en la atención de problemas de adicciones que ha hecho la doctora Martínez Martínez.
El mismo modelo del PIBA, su base teórica, metodológica y técnica ha formado parte de las políticas de salud en las Unidades de Especialidades Médicas (UNEME) y los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), en distintas partes del país.
El curso, destacó, estuvo dirigido a representantes de los cinco planteles del Colegio, integrantes de las comisiones de seguridad, de orientación, de psicopedagogía, maestros, tutores, de distintos perfiles, en general quienes tienen contacto con los jóvenes y puede dar un primer nivel de atención.
La capacitación fue intensiva, completa y cubrió temas teóricos, prácticos y técnicos; se acompañó de videos, ejemplos de casos reales, análisis de situaciones y de la reflexión en torno a ello; todo el modelo está plasmado en una serie de cuestionarios que tiene que responder el joven, además de los manuales y la capacitación que se da, y el apoyo y acompañamiento del grupo de expertos.
“Nos interesa disminuir el consumo de alcohol entre los jóvenes, no son dependientes, pero sí hay un consumo problemático”, apuntó la docente.
En este sentido, señaló, después del curso la idea es conformar un equipo y seguir capacitando a más personas y poder aplicar este programa lo más ampliamente posible.
Precisó que el estar a distancia no disminuirá el impacto del programa, ya que la experiencia establece que se facilita el trabajo en línea.
“La decisión es de los jóvenes, ellos tienen que convencerse y el programa los lleva de la mano a la reflexión de que es su responsabilidad y decisión decir cuáles son sus metas y los beneficios de una vida más saludable”.
