Hacer llegar a las aulas el proceso científico de una manera ágil y realista es la esencia que motiva a los profesores que forman parte de BioInteractive, Howard Hughes Medical Institute (HHMI), se trata de un aprendizaje activo, que implica la participación centrada en el estudiante.
Este objetivo ha sido experimentado por la maestra Iris Alejandra Rojas Eisenring, del plantel Naucalpan, quien, después de ser la primera cecehachera que participa en este proyecto, ha iniciado la aventura de hacer llegar a más profesores la oportunidad de refrescar la enseñanza de la ciencia biológica.
Expandir el conocimiento
HHMI es una “institución filantrópica científica independiente que invierte en científicos y educadores para hacer avances tanto en salud humana como en el conocimiento fundamental de la biología”, destaca.
Hace aproximadamente 11 años, profesores de Estados Unidos tomaron las publicaciones de científicos y las ajustaron para llevarlas a las aulas; más tarde, y a través de una convocatoria seleccionaron a maestros con cierto perfil, empezaron a diseñar materiales, los cuales se alojan de manera gratuita en su sitio web: https://www.biointeractive.org/es
Este trabajo se amplió a América Latina; hace tres años se decidió lanzar una convocatoria en México, igual que en Chile, Colombia y Ecuador, principalmente Chile fue quien solicitó que esos materiales estuvieran disponibles en español.
Esta iniciativa, recuerda la maestra, llegó a México a través del Bachillerato a Distancia de la UNAM, la doctora Guadalupe Vadillo invitó al instituto para impartir el primer taller en abril de 2017, en ese momento lo reciben asesores de este sistema.
“Conozco el proyecto y me enamoro de él. Y a partir del 2017 me he dedicado a impartir talleres a profesores tanto del CCH como de la Escuela Nacional Preparatoria, otros subsistemas de la Ciudad de México, así como en Jalisco, Michoacán, Nuevo León, y Querétaro, donde empecé a hacer una comunidad junto al Centro de Geociencias, que cada año hace un taller de ciencias para profesores”.
Con toda esta respuesta, señala, se lanza en México la convocatoria para la Academia de Embajadores dirigida a todo profesor interesado en formar parte de esta labor, en ella aplicaron quienes ya habían tomado, en algún momento, capacitación, y tuvimos la suerte de que se interesaran muchos universitarios, del Colegio fueron seleccionados nueve y dos de la ENP.
Los colegas seleccionados tendrán una capacitación de tres años, sobre todo para ir creando comunidades de enseñanza-aprendizaje sólidas, y al culminar comenzarán a expandir todos estos conocimientos. “Es una oportunidad de oro para los profesores, de hecho, queremos el empoderamiento de los docentes, porque la ciencia rompe fronteras y esto motivará a los estudiantes”, apunta la profesora.
Contenidos a la mano
Los profesores necesitan una actualización, refrescar sus opciones de enseñanza. Me atrevo a ser muy ambiciosa y a pensar que los embajadores en México haremos propuestas de lo que se hace en nuestras aulas. El sitio tiene diferentes materiales y todos tienen sustento de una publicación científica, incluye guías tanto para el profesor como para el estudiante.
BioInteractive, explica, fundamenta la capacitación de los profesores en tres fases; en la primera el profesor comparte su experiencia; en la segunda, se le invita a que viva el ser estudiante y utilice los recursos del programa; y en la tercera regresa al rol de profesor, donde valora lo que le servirá en el aula y cómo lo adaptaría, es decir, le encuentra sentido a la metodología.
Los materiales son gratuitos y se ocupan de temáticas, como genética, evolución, y biología molecular, temas centrales para la biología, también hay recursos de fisiología y anatomía.
Ciencia en acción
La académica ha tenido ya la oportunidad de aplicar lo recibido en el Colegio, “me llaman el caso especial de Iris, porque imparto Química; no obstante, he encontrado en los recursos de biología la parte de la formación científica de los muchachos, y que después aplico en mi materia”.
“El trabajo del profesor es el motor, nuestra misión, el empoderamiento de los educadores, que son la columna vertebral de todo, y aunado a la pasión con que aborda las cosas, se contagia a los alumnos, es como ver la ciencia en acción.
“Se trata de visualizar qué se está haciendo en el contexto del profesor y sus alumnos, la ciencia no tiene barreras, y lo que se está investigando en un sitio, también sucede en otro”, finaliza.
