En 1996, al cumplir 25 años de fructífera existencia académica, el Colegio de Ciencias Humanidades logró coronar sus esfuerzos de crecimiento institucional con la aprobación del Plan y los Programas de Estudios Actualizado (PEA).
El proceso, que inició en 1991, culminó el 11 de junio de 1996 con la aprobación del Consejo Técnico y de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato (UACB) del CCH.
Para el Colegio, este logro constituyó una prueba de su fortaleza y del potencial que disponía para seguir formando jóvenes estudiantes. “La satisfacción de haber salido adelante es esa prueba que permite ver con optimismo el futuro de nuestra institución y tener la seguridad de que la participación de los profesores en la aplicación de estos nuevos programas habrá de darse con el mismo empeño crítico, entusiasmo y responsabilidad que pusieron en su elaboración”, indicó en su momento Jorge González Teyssier, coordinador de la institución.
En la etapa final del proceso sobresalió la conformación de 24 Grupos de Síntesis, designados por órganos colegiados y apoyados por profesores e investigadores de escuelas y facultades de la UNAM, quienes se dieron a la tarea de sistematizar las aportaciones de la comunidad académica para plasmar en Cuadernillos las propuestas definitivas del PEA.
Antes de ello, el Consejo Técnico, conformó una Comisión Especial compuesta por 10 alumnos y 10 profesores electos por la comunidad, para recoger sus observaciones.
De aquel ejercicio de participación efectuado en los cinco planteles, del 19 de febrero al 19 de abril de 1996, la comunidad se pronunció en 162 foros, con 298 ponencias individuales y colectivas de 90 alumnos y 208 profesores, de las cuales 167 se refirieron al Plan de Estudios y 131 a los programas de las asignaturas. Al término del proceso, que duró cinco años, se registró la asistencia de 16 mil 822 profesores a reuniones de trabajo para la Revisión para el PEA de la UACB.
La formación y actualización de profesores constituyó un elemento fundamental para la implementación del PEA, así como para recibir a la generación 1997 con más de 18 mil alumnos, por ello, desde 1991 se convirtió un programa prioritario. Se impartieron cursos, diplomados y seminarios, de los cuales más de mil 100 profesores, casi la totalidad de la planta académica que impartía en los primeros semestres, asistieron a las actividades de actualización.
De esta gran maquinaria también destacó que docentes de los cinco planteles y de las cuatro áreas e idiomas asistieron a los seminarios talleres de Planeación Didáctica. Los Talleres de Docencia fueron otro de los complementos que se dieron para que los maestros de primero a cuarto semestres mejoraran su enseñanza-aprendizaje.
En tanto, los profesores del Programa de Apoyo a la Actualización y Superación de Personal Académico de la UNAM (PAAS), quienes ese año eran 164, se dedicaron de tiempo completo al estudio e investigación en el área de su docencia.
En la Universidad resaltó la propuesta para crear el Ceneval, que fue impulsado con otras dependencias, para establecer el examen único de ingreso a nivel bachillerato en la Zona Metropolitana.
Y la UNAM se convirtió en la tercera institución del mundo que lanzó al espacio su propio satélite, diseñado para medir la velocidad de los meteoritos cuando entran en la atmósfera terrestre; con la misión del UNAMSAT-B, México ingresó al grupo de las potencias espaciales mundiales.
