De formación autodidacta, la artista plástica zacatecana Vasti Gallardo inauguró el programa Conversando con…, en el que llamó a los cecehacheros a que sigan sus sueños, a que luchen con pasión por lo que quieren y a que no se detengan para conseguir aquello que los haga sentirse plenos, realizados, vitales, tal como a ella le pasa con la pintura.
En el programa, organizado por la Coordinación de Literatura y Artes Plásticas y el Departamento Cultural, ambos del CCH, y moderado por Cristina Arroyo, la pintora compartió con la comunidad lo mucho que le emociona ver su obra expuesta y exhortó a los jóvenes que estén interesados en este arte, a que practiquen bastante, exploren y experimenten todas las técnicas, a que no dejen de aprender y se nutran con el día a día.
Gallardo recordó sus inicios en la pintura, su participación en colectivos y algunos de sus cuadros y destacó que: “ver mi obra en un marco y en una exposición me entusiasma muchísimo, porque las pinturas son parte de mi vida, pues en ellas plasmas parte de ti, llevan tu esencia, es como mostrarte ante las personas que las ven.
“Si en algún momento quieren dejarlo, no lo hagan, porque es bastante hermoso, si lo dejas pierdes práctica”, advirtió a los jóvenes, a quienes compartió que tiene un lugar específico para pintar y que le dedica al menos una hora diaria, porque tiene otras actividades; también, que le gustaría hacerlo en espacios abiertos, pintar paisajes, porque cambian a cada segundo, según la luz, y que tiene el proyecto de sacar pequeñas historias para niños y adolescentes.
Sobre el video que Difusión Cultural transmitió en su página de Facebook, con un recorrido virtual por su exposición Natural, la también diseñadora de sistemas agradeció por presentar su trabajo, que es fruto de los años que lleva pintando y que trata de ofrecer una visión diferente sobre cómo vemos la vida, la muerte y el pasar del tiempo entre estas dos líneas.
Estas pinturas, expuso, se enfocan en el paso transitorio de la vida y la muerte, conllevan una forma tranquila de ver las cosas.
Luego presentó algunas de sus obras, como Siluetas de una larga espera, donde aparece una persona con un oso en el bosque y por un lado plasma esa esperanza de que ese algo llegue en algún momento y, por el otro, que los sentimientos no son eternos, cuando te quedas esperando se van.
Normalmente, afirmó, se tarda en hacer algunas de las obras dependiendo de cómo lleguen a ella las emociones. Siluetas de una larga espera le llevó dos años terminarla. “No detallo mucho, pero trato de hacerlo con ciertos sentimientos, mide un metro por 60 cm, me gusta trabajar en formatos grandes porque puedo meter más detalles, el oso representa a una persona especial, las aves que son una esperanza, los sueños que vuelan”, explicó.
La imagen de dos barcos se llama Llévame a mi hogar y aborda la partida de los seres queridos, ahora es un tema recurrente, con esto de la pandemia; refleja un adiós sereno, que estés en paz contigo, porque luego esto se convierte en un proceso muy doloroso.
Otra pintura a la que se refirió fue Florecer fuera de la oscuridad, que es un cráneo seccionado, donde hay una flor de loto, lo que representa que puede florecer en lugares donde no hay mucha luz y señala la libertad, porque, para ella, ésta empieza en el pensamiento, si llega una idea, ya depende de ti, si dejas que florezca o la dejas en la oscuridad.
Como en su caso, dijo, en que viajar por el país la ha inspirado a pintar, lo cual no ha sido fácil, porque no ha tenido la oportunidad de estudiar y porque, aunque ha dibujado desde muy pequeña, es autodidacta.
