A través de la química se puede explicar cómo respiramos y cómo está conformada nuestra piel, cómo funcionan nuestros órganos o la creación de materiales de un celular.
“Por ello la llamamos ciencia central, porque es a través de los fundamentos de la física que entendemos la química, y la misma biología se justifica en muchos conceptos de química y está involucrada con un montón de materias y es fundamento para todas”, explicó Selene Rubí Islas Sánchez, doctora en Ciencias Químicas por la UNAM, durante su conferencia “La química en tu vida diaria”.
Al preparar la presentación, dijo que se, reactivó su pasión por la química “y quiero transmitírselas a ustedes, abro con la frase de Benjamín Ruiz Loyola: La química es la ciencia que estudia la composición, estructura, propiedades de la materia, así como sus transformaciones. Materia es todo lo que ocupa un lugar espacio y no se crea ni se destruye, sólo se transforma; podríamos decir que la química integra todo cuanto existe y está formado por los elementos de la tabla periódica y bastan 92 de estos para construir prácticamente cualquier cosa.
“Si estudian arqueología o ingeniería tienen que saber algo de química, para conocer la toxicología de los medicamentos, es importante conocerla; no le tengamos miedo a la química porque no es complicada, paso a pasito se puede llegar a un conocimiento más integral”, aseguró la académica del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnologías (ICAT).
“Cuando cursaba la carrera empezó la moda de los zombies y ciertamente, si hubiera un apocalipsis, sería muy buena herramienta saber de química para sobrevivir, porque sería importante saber cómo obtener agua y purificarla, cómo hacer metales, porque si te encuentras al zombie, necesitarían una espada. Si quieren escribir libros de ciencia ficción, si quieren hacer una novela de detectives, pues tienen que saber cómo ocultar la pólvora en la ropa y muchas cosas, entonces es importante acercarse al conocimiento de la química”, abundó la doctora.
Como ejemplo de que esta disciplina en la vida diaria, Islas resaltó la receta tradicional de los elotes con pericón y tequesquite, componentes que le dan un sabor particular: “el tequesquite es una sal que se obtiene del agua de Texcoco y ha sido investigado por la FES Cuautitlán. Se encontró que prácticamente no contiene ningún metal pesado, no es tóxico, lo único que posee es sal y algunos minerales nutritivos. El pericón es una planta que también se utiliza para la diarrea, disentería, empacho, vómito y reumatismo, entre otros”, comentó.
La especialista se refirió a compuestos como la urea, la nitrocelulosa y la piroxilina. “Se avanzó mucho en la química orgánica y de ahí llegamos a los materiales plásticos que son sustancias químicas sintéticas, que pueden moldearse fácilmente y tienen un costo muy bajo, por el cual se dejaron de usar madera y papel”, agregó.
“Ahora no se puede concebir la vida sin plástico, podemos construir cualquier cosa con ellos, por ejemplo, la ropa que usamos está hecha con compuestos plásticos, es por ello que se ha vuelto prácticamente parte de nuestra vida diaria, pero también un problema muy grande, porque no logramos desecharlo correctamente y provoca una contaminación muy grande, tenemos islas de plásticos flotando en el mar. Es importante ser conscientes de que este problema lo hemos generado nosotros, al no darle una buena disposición final. Ayudaría bastante dejar de consumir los popotes o utilizar cada menos las botellas de agua”.
La asesora del ICAT reconoció que han existido muchos errores en la historia de la humanidad, por ejemplo, la radioactividad, pues no se sabía qué tan peligrosa era y fue un problema muy grave en Chernóbil. A la pregunta de cuál podría ser una manera de evitar esa contaminación y reemplazar el plástico, respondió que en este momento es muy complicado sustituirlo, lo mejor es usarlo de forma eficiente.
Asimismo, los estudiantes de los planteles Naucalpan y Oriente preguntaron qué medidas se podrían tomar para reducir el plástico en los mares.
“Lo principal es separarlo, por ejemplo, una botella de plástico, la tapa es de diferente plástico, hay campañas para recuperar las tapas y apoyar a problemas de cáncer, al ir al súper lleva tu bolsa de manta, tampoco es tan bueno comprar las bolsas verdes si no son reutilizables, empecemos por ahí y démosles buen uso a las cosas”, señaló.
“No dejemos que la ropa sea otro problema, si es de plástico la usas una vez y te vuelves a comprar ropa, no; tenemos que saber de qué está hecho lo que vestimos, los platos que tengo. Todo hace referencia a la química, para generar las vacunas del Covid-19 se necesitó la química para entender cómo funciona el virus y cómo podíamos replicar su coraza y poder crear vacunas. La química también ha colaborado en la manufactura de mejores carros”.
Por último, invitó a los chicos a visitar las instalaciones del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnologías y su biblioteca.
