ingeniería

La ingeniería también es cosa de chavas

Las mujeres deben verse más allá de los prejuicios

La ingeniería también es cosa de chavas
Las mujeres deben verse más allá de los prejuicios

Al participar en la charla “La ingeniería también es cosa de chavas”, la matemática Angélica del Rocío Lozano, la bióloga Graciela Rivera y la física Libia Carmona Paredes se pronunciaron porque, además de reconocer el papel que ha tenido la mujer en las ciencias, se aliente a nuevos talentos, que se conviertan en mujeres independientes, preparadas y realizadas, con el hábito de seguir sus sueños.

Organizada por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, en coordinación con la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), la plática giró en torno a las experiencias que tuvieron ellas al incursionar en el campo de las ciencias experimentales, para compartir con el alumnado lo que las motiva y las apasiona.

La bióloga Graciela Rivera Camacho llamó a las mujeres a recordar que la elección de carrera es individual y nadie puede decidir ni obligar a nadie a estudiar lo que no se quiere. Como mujeres, aseguró, “tenemos que visualizarnos más allá de los prejuicios sociales, para saber en qué queremos convertirnos, cuáles son las capacidades que tenemos y qué es lo que nos gusta hacer”.

La segregación ocupacional es un problema de nuestra sociedad, invisibiliza la presencia de las mujeres en ciertos sectores de la sociedad, como ocurre en la ciencia; es decir, la tendencia es que hombres y mujeres se empleen en diferentes ocupaciones y en sectores de la economía, separados unos de otros en la estructura ocupacional por razones de género.

De ahí la importancia de “impulsar el talento de nuestras alumnas para que se conviertan en mujeres independientes, preparadas y sobre todo realizadas”.

La doctora Angélica del Rocío Lozano Cuevas recordó que ella se percató desde temprana edad de su facilidad con las matemáticas y que, aunque a veces la desalentaban por ser mujer, eso jamás la detuvo y le permitió conseguir un doctorado y formar parte de un grupo de investigación.

La maestra Libia Georgina Carmona Paredes se refirió a la familia como la primera influencia que tuvo para acercarse al campo científico, “pues todos eran ingenieros en su casa”; así que optó por la Física, área en la que ha seguido donde ya hizo su maestría. 

Compartir: