La vinculación entre la música y la poesía puede ser un instrumento pedagógico lúdico y atractivo para que los jóvenes se adentren en el mundo de los textos líricos, que generalmente se concibe como complicado por el uso de un lenguaje denotativo, a veces difícil de comprender, consideraron los profesores Miguel Ángel Landeros y Aldo Fabián Morales.
En el curso Las canciones como recurso didáctico para la enseñanza aprendizaje de la poesía, que formó parte del Programa Integral de Formación Docente Periodo Interanual 2021, modalidad en línea, los docentes del plantel Oriente combinaron su reflexión académica con la escucha y por momentos interpretación de temas a ritmo de trova, pop y rock.
Los integrantes del área de Talleres de Lenguaje y Comunicación del plantel Oriente reconocieron que muchas veces “el rechazo proviene del alumnado, que espera encontrar un lenguaje poco claro y confuso, basado más en lo interpretativo y evocativo que en lo literal”.
De ahí que su objetivo fuera mostrar a los docentes de la asignatura de Taller de Lenguaje, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental II cómo hacer que sus estudiantes disfrutaran del texto poético, dotándolos de habilidades para interpretar un poema, desarrollar su capacidad de dar un sentido propio a este arte y provocar un gozo estético mediante estrategias que propicien que las obras poéticas sean significativas a partir de la revisión y el análisis de canciones.
Los profesores asistentes a esta actividad, realizada a finales de julio, coincidieron en que las canciones entusiasman y enganchan al alumnado, pues en muchas de ellas hay elementos poéticos y una calidad lírica semejante a la de grandes poetas.
Tras disertar sobre las características formales de los poemas y su capacidad para generar sentimientos y emociones profundas en sus lectores, analizaron ejemplos acordes con lo aprendido en el curso, entre ellos, poemas convertidos en canciones, como el No te salves, de Mario Benedetti, en la voz de Nacha Guevara; Mariposas, del cubano Silvio Rodríguez, o Gracias a la vida, interpretada por Violeta Parra.
Al final, los asistentes presentaron propuestas didácticas a partir de una melodía de su preferencia, como Sólo le pido a Dios, con Mercedes Sosa; Hasta la raíz, de Natalia Lafourcade, o Eco, de David Aguilar, entre muchas otras.
