La Historia se estudia para ser críticos, para aprender a pensar, para conocerse a sí mismos y para conocer el mundo, por lo cual los dos libros Con la historia en las venas e Historia de México en monitos. Desde el México indígena al Porfiriato, surgieron para acercar tanto a estudiantes, profesores y público en general al estudio de dicha disciplina.
De la pluma y diseño del profesor cecehachero Miguel Ángel Gallo, ambos textos se basan en los Programas de Estudio de las asignaturas de Historia de México y Teoría de la Historia.
En entrevista, el docente señaló que estas obras son producto de la pandemia y forman parte de una colección integrada por cuatro libros, de la época prehispánica al Porfiriato y de la crisis del Porfiriato a nuestros días, además de dos textos más para Historia Universal.
El profesor comentó que en Historia de México en monitos. Desde el México indígena al Porfiriato, se utilizó la historieta, recurso didáctico que le ha servido en su larga trayectoria, ya que en la actualidad también trabaja en una investigación sobre La Familia Burrón.
“Siempre me ha interesado la enseñanza de la Historia apoyándome en aquello que puede ser útil a los maestros y atractivo a los alumnos, como son la imagen, el cómic, el cine, los murales, etcétera. Me he acercado al campo de la historieta desde principios de los años 80; la idea es justamente reivindicar la historieta como objeto de estudio y como instrumento en la enseñanza”, comentó.
Miguel Ángel Gallo afirmó que México ha sido cuna de artistas de la gráfica, como Gabriel Vargas, quien creó La Familia Burrón, “Abel Quezada hizo sus caricaturas, El Fisgón hace muchas cosas de historietas junto con Helguera y Rius desarrolló su obra, sin embargo, aun así, hay maestros que lo desprecian”.
En ese sentido, explicó que es más difícil hacer historietas que libros, ya que primero se necesita del libro escrito y luego viene todo lo gráfico, como escoger ilustraciones, crear personajes, utilizar esquemas, fotografías, mapas, todo lo que enriquezca el discurso histórico y que hace que los alumnos comprendan más.
“No es lineal, en una plana se verán retratos, escenas de una batalla, mapas, más aparte el texto apoyado de una bibliografía seria”, dijo.
“La Historia en las venas”
En cuanto a Con la historia en las venas, Gallo indicó que consta de tres partes. La primera se enfoca en responder qué es la historia; la segunda en explicar qué son las teorías de la historia y una tercera parte, que no se incluye en el texto pero que formará parte de un segundo tomo, hace referencia a la enseñanza de la historia, la cual está dirigida a los maestros.
“Deseo que sea un libro de divulgación, que todo el mundo lo entienda, pero al mismo tiempo un libro de texto para los jóvenes que estudian Teoría de la Historia y para los maestros también, ya que una buena parte de quienes imparten la asignatura no estudiaron la carrera, son economistas, politólogos, sociólogos, antropólogos, etcétera, y no conocen el quehacer histórico, ni sus teorías”, expuso.
Asimismo, el profesor aseguró que
"todos tenemos la Historia en las venas, pero no nos damos cuenta, no lo valoramos, creemos que es aburrida, cuando es apasionante; no es aburrida, los aburridos somos los historiadores y los maestros que no se preocupan por estudiarla en serio y hacer que los alumnos la entiendan”.
Gran material didáctico
Al referirse a la producción de material didáctico en el Colegio, Gallo destacó que esta institución siempre se ha distinguido por contar con maestros que escriben muy bien: “hay muchos seminarios de donde han surgido cosas muy valiosas. Nosotros fuimos pioneros, pero hoy te encuentras autores que tienen maestría y hasta doctorados, por formación no paramos”.
En este sentido, recordó la publicación de la antología Del Espartaco al Che y De Nerón a Nixon, que realizó junto con seis profesores del Colegio, el cual llegó a tener 29 ediciones, con un promedio de 2 mil ejemplares y fue un material que rebasó al CCH.
Por lo anterior, externó la invitación a los profesores a acercarse a ambos textos, los cuales tienen mucho contenido:
“aunque hay monos, hay una base seria. Utilizamos recursos gráficos para narrar y para involucrar al lector, ya que es una manera muy fácil de aprender historia. Es un esfuerzo por acercar a la gente a esta disciplina”.
Al respecto, el académico defendió, hoy más que nunca, la permanencia de la Historia en los planes de estudio, frente a la visión neoliberal de la educación que permea en el mundo con un enfoque donde se enseña aquello que da dinero por sobre el pensamiento crítico.
“Estás quitando lo más humano al ser humano. Si le quitas el apreciar la literatura, la filosofía, la ética, la estética, la lógica, las artes, entonces serás una máquina, un robotito nada más”, finalizó.
