El mindfulness o la atención plena es una práctica milenaria cuyos orígenes se remontan a la India y el Tíbet, en el continente asiático, y que en la actualidad es una experiencia que no sólo concierne a un monje o a un yogui, pues se sabe que el impacto incide en un estado favorable para afrontar la vida cotidiana, señaló la profesora Adriana Meléndez Mercado, del plantel Azcapotzalco.
La académica consideró al mindfulness como una herramienta para promover el autoconocimiento, “se busca con la práctica llegar a una mayor conciencia del momento presente, en el aquí y ahora”, el cual puede beneficiar a la comunidad del CCH.
La palabra mindfulness es una de las primeras traducciones de la palabra “sati” en pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época de Buda.
Para su práctica, la especialista recomendó elegir un lugar donde se pueda realizar de manera constante: “asimismo, hay que invertir tiempo, dedicar 10 minutos para iniciar. La rutina es importante, como en el ejercicio físico, la constancia ayudará a fomentar el hábito”, dijo.
Respecto a los beneficios de esta práctica, Adriana Meléndez puntualizó que sirve para comprender cómo se experimenta el estilo de vida y los resultados de cómo se practique siempre serán personales.
Además, comentó que es un proceso orgánico por lo cual cada uno de los practicantes experimenta de manera muy particular: “el entrenamiento también te ayudará a poner en juego todas tus capacidades mentales, como lo es la memoria, el lenguaje, la creatividad y la planificación, entre otras”.
“La atención plena implica practicar cada día, es un entrenamiento que requiere paciencia, te reiteramos sólo es tiempo, constancia, disciplina”, expuso.
Por lo anterior, comentó que en el entorno escolar está científicamente comprobado que la práctica del mindfulness ayuda al tratamiento de estados mentales como la depresión, la ansiedad y el estrés.
Adriana Meléndez sugirió consultar los estudios de Jon Jabat Zinn, uno de los principales en difundir las prácticas de mindfulness y sus efectos en el cuerpo; indagar e investigar y explorar.
Asimismo, invitó a los estudiantes y docentes a conocer las ventajas de esta práctica ancestral, ya que puede contribuir a mejorar la calidad de vida y el desarrollo pleno en cada etapa de la vida.
