María Angélica Médicis

María Angélica Médicis

Señala que hay que animar a las jóvenes a alcanzar sus sueños y ser independientes

María Angélica Médicis
Señala que hay que animar a las jóvenes a alcanzar sus sueños y ser independientes

“Sor Juana Inés de la Cruz representa para mi carrera académica, una oportunidad para motivar a las alumnas de nuestro Colegio a fijar metas, y trabajar para alcanzar sus sueños de lograr ser mujeres independientes, productivas, valoradas y respetadas”, así lo expresó la profesora María Angélica Médicis Pérez, del plantel Oriente, con motivo del reconocimiento homónimo que entrega la Universidad Nacional a quienes se han distinguido por su labor en la docencia, la investigación y difusión de la cultura.

Por 46 años, la académica se ha dedicado a acercar a los jóvenes a la ciencia, “ellos son el capital más preciado de nuestra Universidad y del país, ya que representan la esperanza y el futuro de esta nación. Encontré en la docencia la felicidad de servir, al enseñar la biología e inculcar los valores que nos proporcionan bienestar y calidad de vida”, afirmó.

Amor por la enseñanza

“Empecé a dar clases porque tenía la inquietud de promover una enseñanza activa, y me atrapó, me enamoró el formar jóvenes. Después, cuando se creó el Siladin, me incorporé a la investigación y fue cuando cerré un círculo en mi vida, porque pude hacer las dos cosas: investigación y docencia”.

Más allá de los reconocimientos oficiales, aseguró que los mayores son aquellos que pasan a diario en el aula con sus estudiantes, “terminar el semestre y que te den un abrazo y las gracias, o que te digan que has sido la mejor maestra que han tenido, es lo que más me ha motivado a seguir siempre”.

Un ejemplo

Sor Juana Inés de la Cruz, afirmó, marcó el empoderamiento de las mujeres. “Afortunadamente viví en una familia de origen europeo, con una mente más liberal y abierta, pero desgraciadamente en nuestro país el problema es la educación que las madres dan a sus hijos. Falta educar más a nuestras hijas, hacerlas dueñas, dignas, que no se les utilice como una mercancía de cambio”. Y agregó que el feminismo, sobre todo el que se desarrolla en América Latina, tiene que cambiar y ver por una verdadera libertad, pero con responsabilidad.

“Las mujeres en este país podemos aprender a servir de muchas formas, desde preparar un buen alimento para nuestras familias, hasta lograr grandes metas en el plano profesional. Si aprendemos que la vida es servicio, comprenderemos que la felicidad está en dar más que en recibir, en proponer más que en pedir, en construir más que en destruir”, subrayó.

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