El director de la Facultad de Ciencias, Víctor Manuel Velázquez Aguilar, hizo un llamado a los académicos del Colegio de Ciencias y Humanidades a pensar las matemáticas como un lenguaje que todos debemos y podemos aprender y a que hagan lo necesario para desmitificar la dificultad de su aprendizaje.
Al dictar la conferencia magistral “Los perfiles de entrada a las carreras de la Facultad de Ciencias y la importancia de las matemáticas”, el doctor en Física por el Cinvestav, con especialidad en Estructura nuclear, aseguró que toca a cada profesor desmitificar las matemáticas; cada uno de ellos han tenido que pasar por esa experiencia y compartirla con los estudiantes, a quienes hay que convencer de trabajar para entenderlas.
En la actividad, que formó parte del Tercer coloquio Aportaciones de las Materias de los Programas de Estudios Actualizados al Perfil del Egresado del CCH, propuso dar acompañamiento al estudiante en todos los sentidos, no sólo en el instructivo o formal, sino también en el psicológico, pues se presentan altos niveles de estrés.
No comprender a veces algún fenómeno, algoritmo o ecuación es algo normal y se requiere de trabajo para llegar a una labor más estructurada, en la cual los estudiantes se sientan más cobijados.
“Las matemáticas son complicadas por sí solas. Nuestros cerebros no son computadoras, son totalmente analógicas; el problema es que construimos un sistema que llamamos matemáticas que es muy abstracto y para comprenderlo hay que abstraerse, ver dentro de nosotros mismos cosas a las cuales no estamos acostumbrados, tenemos que enseñar a los estudiantes a tener paciencia y a no desesperarse”, aconsejó.
En ese sentido, llamó a ver la educación de los estudiantes, primero, a partir de dónde están los Planes de Estudio y, segundo, si realmente los estudiantes salen con los conocimientos que se incluyen en éstos, porque, en su opinión, no está funcionando la conexión entre la enseñanza y los planes y programas, y desafortunadamente esto sucede en todos los niveles educativos.
“Hay que hacer que ambos se coordinen. A veces atiborramos a los jóvenes de todo lo que viene incluido en programas interminables que les damos poco tiempo para que razonen, de ahí que, parte del objetivo en los Planes de Estudio a nivel bachillerato debe ser desmitificar la dificultad para aprender matemáticas.
Recalcó que pensar en matemáticas tiene ciertos grados de dificultad, desde imaginar una problemática, estimar una posible solución, si es posible establecer un algoritmo o una ecuación a resolver, y si no existe un algoritmo o un método, inventar uno nuevo. Aprender y manipular los conceptos matemáticos cuesta trabajo, porque no lo asimilamos como un trabajo cotidiano.
Las licenciaturas que se imparten en la Facultad de Ciencias, comentó el académico, tienen como estructura común a las matemáticas, y como teoría unificadora deben replantearse como una actividad común y más cercana al quehacer humano.
Luego hizo la siguiente analogía, así como el ejercicio físico produce condición física, aprender matemáticas requiere de esfuerzos y el profesor debe desmitificar su enseñanza. Aprender matemáticas requiere de técnicas, tener paciencia, concentrarse, imaginar.
Sobre hacia dónde evolucionar en la enseñanza de esta ciencia, el integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II propuso no presentar los pizarrones llenos de ecuaciones y pedirles a los estudiantes aprenderlo, sino darle más intensidad al desarrollo del pensamiento crítico: pensar, razonar, criticar.
Más adelante, en la misma jornada, se expusieron las aportaciones de las materias del Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la investigación Documental, Teoría de la Historia, Química, Historia Universal Moderna y Contemporánea, Inglés y Estadística y Probabilidad al perfil del egresado del CCH.
