Profesores de los cinco planteles que integran la Comunidad de aprendizaje Teams del CCH-UNAM y académicos de diversas entidades de Educación Media Superior, organizados en grupos de trabajo, impulsan el desarrollo docente mediante diversos proyectos que refuerzan la profesionalización, la investigación e innovación.
Erandy Gutiérrez García, coordinadora del grupo de trabajo del Seminario de Innovación Educativa de dicha comunidad, explicó que para el periodo 2021-2022 coordinan proyectos para la efectividad educativa, empleando los indicadores: comunicación, colaboración, carácter, ciudadanía, creatividad y pensamiento crítico, abordados desde la evaluación de habilidades.
Explicó que cada indicador medirá los proyectos originados en la Comunidad de aprendizaje Teams del CCH para la propuesta Aprendizaje basado en Habilidades Transformacionales y Emocionales (ABHTE), y que sus resultados coadyuvarán a la recreación de programas de formación en investigación documental-práctico y experimental, que articulen programas institucionales en pro y para el alumnado de la Educación Media Superior de México.
La profesora en Azcapotzalco, quien es licenciada y maestra en Administración por la FCA de la UNAM, recordó que este año escolar se trabaja en temas como el desarrollo profesional docente, apoyo pedagógico técnico constante y el reto de la profesionalización del docente innovador, cuya propuesta es justamente el Aprendizaje Basado en habilidades Transformacionales y Emocionales.
Éste está enfocado en un aprendizaje adaptativo, con cursos para docentes como: La evaluación formativa, un proceso de investigación en el aula virtual y Rúbricas de evaluación socioformativa, así como el Diseño de diagnóstico cuasiexperimental, un camino para el aprendizaje adaptativo.
Intercambios enriquecen las propuestas
Recordó que las propuestas han pasado por dos etapas importantes, la primera en la que se planteó trabajar en la formación de un docente editor, facilitador y diseñador, y una segunda en la que, a partir de investigaciones al respecto, se planteó un profesor formador, investigador, facilitador y orientador.
Además de conformar los equipos colaborativos en línea, expuso, comenzaron a formarse en un Programa de Profesionalización del Docente Innovador y de Tecnología Educativa con cuatro cursos: Creatividad e innovación, e Ideario educativo, en una fase estructural, y Tecnología educativa y Evaluación formativa, en una dinámica en la que surgieron Redacción de estrategias en entornos virtuales y Alfabetización y formación informacional.
Ello permitió una apertura entre instituciones de la Educación Media Superior y Superior, como la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto de Educación Media Superior (IEMS) y el Colegio de Bachilleres, con docentes voluntarios, las Facultades de Estudios Superiores-Acatlán y la de Contaduría y Administración (FCA) y la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad León.
En la Comunidad de Aprendizaje, a la que pertenecen 150 profesores del CCH, también se conformó una propuesta educativa para los estudiantes, a partir de la pregunta: ¿Cómo aprenden los alumnos a investigar en un aula invertida?, de la que derivaron cuatro estilos de aprendizaje: Teórico, Práctico, Reflexivo y Pragmático.
Otras actividades previstas son: en noviembre el curso Iniciación a la investigación documental, de campo y experimental para alumnos del Programa de Jóvenes hacia la Investigación, tutorías y estudiantes en general, y en diciembre La evaluación como un proceso de investigación en el aula e Investigación de diseño cuasiexperimental, ambos para profesores.
Experiencias de evaluación
Por separado, los profesores María del Socorro Martínez Arango, docente, tutora e investigadora (DTI) en el IEMS, y Raúl Vizcaíno Torres, del Área de Matemáticas del CCH, compartieron experiencias en la elaboración de rúbricas, evaluaciones cualitativas y cuantitativas.
En la sección Teams correspondiente al tema, Martínez explicó que en el IEMS predomina la evaluación cualitativa que, en su momento, se traducirá en una calificación numérica, “donde los chicos comprenden que el proceso educativo no se logra solamente con un examen o trabajo final, sino que la evaluación es un proceso formativo integral”.
Luego de recordar que, en la rúbrica cualitativa, los números muchas veces no representan que los alumnos sean excelentes o pésimos en los aprendizajes adquiridos, destacó que se integraron al grupo de trabajo de la Comunidad de aprendizaje “con la intención de aprender y aportar experiencias; así como para conocer de manera interinstitucional al CCH, porque favorece y enriquece la práctica docente”.
Por su parte, Vizcaíno Torres subrayó que en el Colegio podemos apoyar a los chicos en su formación y para su evaluación, porque sabemos que no es lo mismo calificar que evaluar. “En este caso el trabajo está dirigido a una evaluación formativa, lo que nos lleva a que tengan un aprendizaje significativo y acorde con sus capacidades de aprendizaje”.
Luego, detalló las características de los valores numéricos con que cuenta la Universidad para evaluar la parte teórica, práctica, reflexiva, pragmática, cualitativa y cuantitativa, para otorgar calificaciones a los alumnos, “porque todos los chicos aprenden de diferente manera y es donde se pueden acoplar las rúbricas de trabajo a los grupos, por sus características”, concluyó el ingeniero eléctrico-electrónico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM
